Lunes, 30 Noviembre 2020 16:02

Celebrando la Palabra - II Domingo de Adviento (6 de diciembre)

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Celebración del Segundo Domingo de Adviento. Ciclo B. 6 de diciembre de 2020.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Proponemos el cartel-lema-, que la Diócesis ha preparado.

Símbolos que podemos utilizar: Una escalera con cuatro peldaños, en cada uno de ellos se va colocando una de las frases del cartel (la que corresponda a cada domingo) a medida que “ascendemos” en la Esperanza de un Tiempo Nuevo.

 

2. RITOS INICIALES

 

MONICIÓN DE ENTRADA. Bienvenidos a la celebración de la fe y la fraternidad.

En este segundo domingo de Adviento suena repetidamente la motivación a preparar el camino para facilitar la llegada del Señor Es muy importante para las personas de fe, ser conscientes de la presencia y la compañía Jesús, dispuesto, siempre, a llenar nuestra vida de sentido y salvación. Su cercanía es tan solidaria que, cuando la dejamos hacer, siempre nos lleva a la comunidad -la Iglesia-, Precisamente ese es el significado, el sentido de la asamblea de los creyentes: poner en común la presencia que cada uno lleva en su corazón, para buscar-crear, entre todos, caminos nuevos y, poder transitar, con el corazón ensanchado, las sendas de la Nueva Humanidad, acompañados y guiados por Jesús.

Con estos sentimientos e intenciones, comenzamos la celebración.

CANTO

SALUDO. Hermanas y hermanos, alabemos juntos al Señor que nos convoca a caminar por sendas de fraternidad y justicia.

ACTO PENITENCIAL

Tú que eres paciente con todos: Señor, ten piedad

Tú que deseas la conversión de todos: Cristo, ten piedad

Tú eres el futuro que se hace presente en el Camino: Señor, ten piedad.

NO SE DICE GLORIA

ORACIÓN

Dios, Padre bondadoso, alimenta en nosotros el deseo de abrirnos a Jesús y de acoger el Evangelio, para que nuestra vida discurra, siempre, por las sendas de la paz y el compromiso fraterno. Por N. S. J. que vive junto a ti en el amor del Espíritu.

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

MONICIÓN A LAS LECTURAS. Vamos a escuchar mensajes de consuelo: Dios en persona se hace caminante junto a nosotros y quiere guiarnos, como lo haría el mejor de los pastores. Pero pide nuestra colaboración: tenemos que abrir sendas nuevas en los lugares más inhóspitos, para que pueda llegar a todas las realidades humanas: personales y comunitarias...

LECTURAS. Is 40,1-5.9-11. Salmo o cantico. 2P 3,8-14. Aclamación (puede ser Aleluya) Mc1,1-8. Breve silencio

COMENTARIO HOMILÉTICO. Vivir es caminar. Todo ser humano ha nacido para andar y progresar. No esforzarse por caminar pude resultar cómodo, pero es engañoso. Caminar es causa y consecuencia de que hay ganas de vivir.

En el hoy de la Iglesia nos pude resultar chocante “preparar el camino al Señor” cuando Él ya ha venido. Sin embargo, es posible que no haya podido hacer el recorrido completo en “nuestro propio camino” porque en algún momento hemos abierto una zanja o hemos echado demasiados escombros en el camino, intentando impedir su paso. Preguntémonos sinceramente: ¿Nunca le hemos cerrado el paso al Señor? Él, es tan respetuoso con nuestra libertad, que no pude llegar hasta nosotros si no se lo facilitamos, es decir, si no allanamos los senderos.

Frecuentemente los seres humanos complicamos la vida en exceso: ponemos barreras a la comunicación y, también, a la relación con Dios. Puede incluso ocurrir que, cuando nos demos cuenta haya tanta barrera acumulada que nos impida ver con claridad el futuro.

Hoy, que valoramos tanto la ecología y la comunicación, tiene aún menos sentido poner barreras y echar escombro donde no se debe.... Si esperamos una tierra nueva, eso será posible, solamente, por nuestro cuidado exquisito hacia todo lo que nos rodea, comenzando por la fraternidad. Esto en cristiano se alcanza por la conversión del corazón y el cambio de mentalidad. El Señor es paciente como el que más: “No quiere que nadie perezca” Pero si nuestro mundo y nuestra sociedad se desintegran, no podemos, ni debemos echar la culpa a Dios... Él es como el buen pastor que nos lleva en brazos. Nuestra labor y compromiso es cuidar nuestra historia personal y comunitaria para hacer que brote “una tierra nueva” llena de justicia= Evangelio.

El camino es una de las metáforas primordiales de la comunicación, puede ser comparada al discurrir del agua -rio-. Jesús, el gran comunicador, se atribuyo esos dos símbolos, “Yo soy el Camino”,Yo soy el Agua viva”

En el libro de los Hechos de los apóstoles, al cristianismo se le denomina “Camino”; es un camino nuevo iniciado por Jesús, totalmente distinto del viejo camino trazado por la ley. Sería cómo: la ruta de la libertad que eligen aquellos, que se toman en serio la invitación de seguir a Jesús. Por lo tanto, cuando se nos invita, cada Adviento, a: “preparar un camino al Señor”, ¿a qué nos suena? Yo creo que es una llamada a convertir nuestro caminar de experiencia básica como seres humanos por las rutas de la vida; en caminos de humanidad, por donde las personas, desorientadas por la niebla de: la pobreza, la enfermedad, la soledad ... encuentren la forma de llegar hasta el centro de su propia experiencia de dolor, acompañados por la comunidad cristiana que vive en y para “El Camino”.

León Felipe, un poeta nuestro, entendió así el camino como símbolo:

“Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este camino
que voy.

Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios”

Nadie puede andar el Camino por ti, tú, debes de elegir qué senda escoges. El Adviento es una invitación para echarnos al camino y realizar la experiencia del seguimiento de Jesús. (Silencio de interiorización)

CREDO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Para que la Iglesia presente el consuelo de Jesús a tantas situaciones duras como estamos viviendo, roguemos al Señor.

Para que no quede frustrada la esperanza de los más necesitados, roguemos al Señor,

Para que los cristianos seamos constructores de puentes, uniendo caminos nuevos y poniendo en valor todo lo que nos une, roguemos al Señor.

Para que el Espíritu nos impulse a caminar por caminos de compromiso y militancia activa, roguemos al Señor.

Para que preparemos individual y comunitariamente caminos por donde el Señor y, los hermanos, transitemos unidos en a su amor y compromiso, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

MONICIÓN. Hemos escuchado a Juan Bautista decir: “El que viene es mucho más que yo; no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias” Jesús nos bautiza con un Espíritu nuevo y nos alimenta para hacer camino con energía y esperanza.

CANTO

INTRODUCCIÓN AL PADRE NUESTRO

Tú vienes, Señor, y nos hablas al corazón.
te has acercado para que crezcamos en humanidad.

Nos acompañas con tanta indulgencia
porque nos quieres densamente humanos,
revestidos de valores y de calidad.

¡Cómo lo sabes! Tu ideal nos seduce y genera seguimiento.
Te sigues acercando, Señor,
y nos ofertas la alternativa que cumple todos tus sueños:
Jesús, el símbolo sobresaliente de tu proyecto humano.

¡Qué bien retrata con su vida tu Adviento!
¡Cómo siembra humanidad y redime!

Señor, te has injertado en nuestra historia
corre por nuestras venas tu sabia ...
y ahora te cruzas en nuestro camino
con rostro de amistad y gestos salvadores...

Nos miramos en el espejo del Evangelio
y nuestra postura quiere ser de conversión.

Agradeciendo tu gran misericordia,
nos unimos en oración y te decimos: Padre nuestro...

GESTO DE LA PAZ

DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN (Canto)

ACCIÓN DE GRACIAS

Señor, nos acompañas con inteligencia y con respeto, lleno de misericordia y de amistad. Gracias por tu compañía.

Gracias por ese ideal de tierra nueva que nos invitas a alcanzar; una tierra habitada por el amor, la paz y la justicia.

Tambien te damos gracias por el bautismo: por la dosis de humanidad y de Evangelio que comporta.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

COMPROMISO. Asumir más y contagiar más espiritualidad de Evangelio.

MONICIÓN FINAL. Repetidas veces ha sonado a lo largo de la celebración que hemos de facilitar los caminos al Señor. El Adviento nos estimula a ello, procurando que el Señor llegue hasta el fondo de nuestra realidad personal y comunitaria. Su mensaje humanizador y su compañía es un don inestimable para todos. Que el Espíritu nos ayude a preparar la Navidad.

CANTO FINAL Y DESPEDIDA.

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