Martes, 02 Junio 2020 15:37

Celebrando la Palabra - Santísima Trinidad (7 de junio)

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Celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Ciclo A - 7 de junio de 2020.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “DIOS ES FAMILIA ACOGEDORA” o, “DIOS, COMUNIDAD DE AMOR”.

Símbolos: Junto a la frase se pude colocar un icono de la Trinidad, o una fotografía de una familia.

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Hermanas y hermanos, hoy celebramos más especialmente a nuestro Dios uno y trino: Tres personas cercanas, entrañables, comunicativas y muy acogedoras. Cada una tiene su peculiaridad. Se han volcado por completo con nosotros, comprometidas, seriamente, con nuestra vida, nuestros proyectos humanitarios, nuestros deseos de fraternidad... humanizando cada parcela de nuestra vida.

Por tanto, nuestro Dios no está distante, ni se siente solo. Al contrario, convive solidariamente y vela con ternura sobre la creación entera.

Reconociendo sus grades gestos de ternura salvadora, le damos gracias y cantamos...

Canto

Saludo. Hermanos, alabemos juntos a Dios Padre por el Hijo en el Espíritu Santo.

Acto penitencial

Porque eres compasivo y misericordioso, Señor, ten piedad.

Porque eres amor y redención, Cristo, ten piedad.

Porque eres el alma de la Iglesia, Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, tu Hijo nos pide que nos parezcamos a ti. Concédenos vivir en el amor: familiar, en el compromiso social, en la entrega generosa a los más necesitados, para hermanarnos con todos y llegar así a vivir en comunidad de amor, a imitación tuya en un mismo Espíritu. Por J. N. S. Amén

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición. A lo largo de la historia permanece en el pueblo creyente una experiencia religiosa fundamental: la compañía de Dios animando la vida. El Evangelio recoge esta experiencia con un texto extraordinario que todos pueden entender: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo, no para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.

Lecturas. Ex 34, 4b-6.8-9. Salmo o canto.2Co 13,11-13. Aleluya. Ju 3,16-18. Breve silencio.

Comentario homilético. No es fácil hablar de Dios, aunque tengamos una fuerte experiencia religiosa y la mística divina nos empape. Con frecuencia se oye decir que Dios es inefable, indefinible, imposible de expresar porque supera todas nuestras medidas y categorías. En al Antiguo Testamento consideraban que a Dios no se le podía nombrar y además tenían prohibida toda representación o imagen porque serian parciales, inexactas, meras proyecciones de nuestra imaginación que lo desfiguraría.

Por todo ello se dice que Dios es misterio. aunque un misterio sublime que nos atrae, nos entusiasma ... y nos estremece, ante el cual lo mejor que podemos hacer es contemplar en silencio... Quizá es por esto que hoy es el día de los contemplativos... esos cristianos y cristianas-monjas y monjes- que consagran su vida a escuchar en silencio y contemplar el misterio del DIOS ESCONDIDO...

Sin embargo, Dios no se ha quedado encerrado y ensimismado en su “cielo” alejado de nuestra historia. Se ha revelado y se deja encontrar llenando nuestra vida de sentido, cubriendo nuestros vacíos de amistad, de esperanza, de plenitud. Dios se nos ha acercado tanto, que el lugar donde se encuentra más feliz es en nuestro corazón, nos habita, se da en amor como jamás lo hubiéramos sospechado. Y nos ha abierto su casa, nos ha introducido en su intimidad familiar, trinitaria, un hogar de amor y de vida que no tiene fronteras.

Jesús, Dios-con-nosotros, es la mayor y mejor revelación del Dios Trinidad, el símbolo de su condición, el espejo que refleja su identidad, su mejor fotografía. Su misión es testimoniar al Padre, hablar de Él con toda su persona. Para ello utiliza cantidad de recursos y mediaciones. En este sentido qué bien resuena aquella revelación dirigida al discípulo Felipe: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn 14,9). Sí, Jesús nos habla de un Abba y de una relación, como hijos de un Dios que es Padre y Madre.

Como creyentes, tenemos la suerte de entender y disfrutar que: “En Dios vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17,28) y que, en el fondo, nuestra vida cristiana, consiste en caminar hacia el Padre por el Hijo en el Espíritu Santo, con conciencia de hijos y hermanos.

(silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que sea un espejo del Dios revelado, roguemos al Señor.

Para que desaparezcan de la historia y del corazón de muchos creyentes, las falas imágenes de Dios, que entorpecen y dificultan la fe, roguemos al Señor.

Para que todos los pueblos lleguen al nivel de vida digna que Dios ha soñado y desea para todos, roguemos al Señor.

Por las familias divididas, para que el amor, la comprensión y el diálogo resuelvan sus diferencias, roguemos al Señor.

Por nuestra Comunidad, para que dé testimonio de Dios con entusiasmo, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. La fe es comunión con el Dios de Jesús en el Espíritu. Esta fe se alimenta y se disfruta con los sacramentos. Que la comunión con Jesús alimente también nuestra relación familiar con Dios.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque en tu infinita misericordia
te has inclinado sobre la debilidad humana
y nos has dado a Jesús, tu Hijo,
como hermano y salvador, como amigo y redentor.

Gracias por tus dones saludables:
por llenarnos de amor y de perdón,
por vestirnos el traje de fiesta y sentarnos a tu mesa.
A ti, Padre, nuestra alabanza por siempre.

Ahora te pedimos confiados:
Promueve en todos el amor a Ti y al prójimo;
motiva en tu Iglesia la meditación asidua de tu Palabra
inculca en todos el cumplimiento de tu voluntad;
insiste para que todos irradiemos el Evangelio.

Te mereces, Padre, aplauso y bendición.
No dejes de empaparnos con tu Espíritu.
En el aire de familia que nos proporciona Jesús te invocamos juntos,
y unimos nuestras voces para rezar la oración
de los hijos y hermanos de esta gran familia: Padre nuestro....

Gesto de la paz

Distribución de la comunión

Acción de gracias

Mi gratitud a ti Dios mío, porque, como a todos los humanos, me has dotado de capacidades para sentirme útil y contribuir a elevar un poco la moral de este mundo. Gracias, Señor.

Tú llenas el espíritu de los mendigos que, como yo, elevan sus manos suplicantes, esperando que la ráfaga de tu luz ilumine toda mi vida. Que mi oración, Trinidad santa, este cargada de verdad y de profunda sinceridad, al verme envuelto en la corriente de tu amor trinitario.

Eres el gozo de nuestra existencia, el sentido de nuestra vida, el rejuvenecimiento de nuestra madurez, la fuente de nuestra ilusión. No encontramos palabras para expresarte nuestra más sincera gratitud.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Vivir como hijos de Dios, como hermanos de Jesús y como templos del Espíritu.

Bendición

Monición final. En este nombre de la Santísima Trinidad fuimos bautizados. En su nombre nos hemos reunido muchas veces, hoy también. Ahora volvemos a la calle, a la familia, a la vida diaria, con sus vicisitudes y avatares, ahí es donde hemos de reflejar que sentimos a Dios en nuestra vida, que vivimos y pertenecemos a una familia universal. intentemos ver su rostro en todas las personas con las que nos encontremos esta semana, también en la creación. FELIZ SEMANA PARA TODAS Y TODOS.

Canto final y despedida.

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