Miércoles, 17 Marzo 2021 10:19

Celebrando la Palabra - V Domingo de Cuaresma (21 de marzo)

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Celebración del V Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 21 de marzo de 2021.

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1 AMBIENTACIÓN

 

Además de los símbolos que tengamos para toda la cuaresma, podemos poner hoy una de estas frases: “Cristo es la nueva alianza” o, “Pierden los que ganan”.

 

2 RITOS INICIALES

 

Monición. El mensaje de este día suena ya a Pascua. Nos acercamos al paso definitivo de Jesús por la muerte hacia la glorificación. Él lo expresa con estas palabras: “Ha llegado la hora del Hijo del Hombre” y que es el momento de juzgar al mundo. Según el evangelio, ganan los que aceptan ser perdedores, porque no venden su conciencia ni su dignidad, mientras que pierden los que apuestan a ganar jugando con cartas falsas...

Hermanos y hermanas, vida y triunfo no suelen coincidir. Jesús nos lo volverá a expresar hoy con sus ejemplos de una lógica profunda. Nos dirá: “Entendedlo, mirad el grano de trigo; sólo es fecundo cuando cae en tierra, muere y se desintegra”...

Que esta celebración nos ayude a robustecer nuestros criterios como personas creyentes, cristianas.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor, nuestro Dios, porque somos su pueblo.

Acto penitencial

Tú que te opones a todo mal, Señor, ten piedad.

Tú que has sufrido por nosotros, Cristo, ten piedad.

Tú que nos impulsas a ser santos, Señor, ten piedad.

Oración

Señor, Padre misericordioso; estamos fascinados y deslumbrados, por tu Hijo Jesús, por la luz que de su cruz nos llega. Nos sentimos pobres y débiles, pero queremos también, Jesús, extender nuestros brazos en un gesto solidario con el mundo sufriente. Ayúdanos a realizarlo en nuestra vida diaria, Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu desde siempre y por siempre. Amén.

 

3 LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. La alianza ha sido siempre un eje fundamental en la historia de Dios con su pueblo. Pero el pueblo quebrantó muchas veces estos pactos. El profeta Jeremías habla de una Alianza nueva, escrita y grabada en el interior de las personas: “Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones”.

Esta Alianza mantenida siempre por parte de Dios, tiene su expresión culminante en Jesús. En el momento de su entrega total, lo arriesga todo y se compara con el grano de trigo. En su obediencia a la voluntad del Padre estriba su glorificación definitiva.

Lecturas. Jr 31,31-34. Salmo o canto. Hb 5,7-9. Aclamación (no aleluya). Jn12, 20-33. Breve silencio

Comentario homilético. La alianza es el gran símbolo que define las mutuas relaciones y compromisos de Dios con su pueblo; también de las personas entre sí, y los grupos humanos. La gran diferencia está en que Dios siempre, siempre, es fiel; nosotros raramente. La alianza con Israel, evoca su elección, Dios ha elegido a este pueblo y quiere protegerlo. Pero el pueblo, que ha aceptado la protección y se enorgullece de la elección, olvida con mucha frecuencia, quebrantando el pacto-la Alianza-, es decir, la amistad de Dios. Sin embargo, cuando el pueblo reflexiona sobre su proceder injusto, Dios lo acoge de nuevo, dándole, continuamente, nuevas oportunidades.

La alianza que anuncia Jeremías es de índole más espiritual y profunda, se grabará en el corazón, para favorecer más permanentemente la fidelidad y la santidad del pueblo: “Meteré mi ley en su pecho y la escribiré es sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.

Para nosotros Jesús es la Alianza nueva y definitiva -eterna- el gran lazo de unión con Dios. Jesús lo logra a través de una vida obediente, redentora, servicial, fecunda... Él nos sorprende hoy con una pequeña parábola llena de lección humana, testimonio y alcance: La vida, como el grano de trigo, si se reservan, se vuelven estériles; sólo ganan cuando se invierten en donación y sacrificio por los demás.

Esta parábola está haciendo una fotografía perfecta del propio Jesús: El que se deshace dando vida, llenando de esperanza; quien se reserva egoístamente, pierde, y se pierde...

Para ser fecundos, es necesario, es imprescindible pasar por la experiencia del grano de trigo, o de cualquier semilla. Jesús, que observa y aprende de la naturaleza, afirma rotundamente que es necesario des-hacerse en el anonimato del día a día, como cualquier semilla, para dar fruto. Gran mensaje, aunque cargado de dificultad, ante el que nos surgen muchos miedos y muchas resistencias.

Nos pone en valor, este pasaje, unos esquemas alternativos a los que comúnmente se barajan. Los esquemas que más se llevan se conjugan con los verbos: tener. poder, disfrutar, sobresalir... Pero las personas que han entendido el Evangelio, e intentan ser coherentes, no encuentran la felicidad conjugando estos verbos... El egoísta desfigura cada vez más su sensibilidad hasta el punto de volverse insensible a todo cuanto le rodea. Sólo la entrega y la generosidad engendran VIDA. En un tiempo como el que nos ha tocado vivir, lleno de posibilidades, tenemos los cristianos y las cristianas, un gran reto: ser capaces de una entrega generosa a los que más nos necesiten, desde la sencillez y la autenticidad del Evangelio, ha de nacer, del corazón de cada bautizado -comprometido-, la semilla de la Humanidad Nueva.

Y un apunte más; como a cualquiera, a Jesús también le cuesta poner en práctica la lección de la parábola. La llegada de su hora le agita el alma. Si es sacrificio mantener la entrega, es aún más difícil caer en tierra como un mártir. Pero de su fidelidad al Padre y del sacrificio han brotado abundantemente la vida y la salvación. Nosotros somos testigos de lo impresionante que ha sido la cosecha. De su Pascua: pasión-muerte-resurrección-, ha nacido una nueva manera de hacer historia, un modo nuevo de amar la pasión del mundo, una inmensa Iglesia de seguidores entusiasmados con el Reino de Dios. (Silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que sea sembradora de vida y esperanza, en un mundo visitado por el dolor y la muerte, roguemos al Señor.

Por los responsables de la sociedad y la familia, para que promuevan la cultura de la vida, y el respeto a todos los valores, roguemos al Señor.

Para que testimoniemos el valor de la fecundidad surgido de la entrega y el sacrificio, roguemos al Señor

Para que, donde quiera que estemos, sembremos vida y convivencia fraterna, roguemos al Señor.

Para que preparamos nuestro corazón, a vivir el misterio pascual, en la intimidad de nuestras comunidades cristianas, unidos a todos los que sienten en sus vidas, el dolor y la soledad, que produce esta pandemia, roguemos al Señor

 

4 RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Jesús nos ha querido decir algo con la pequeña parábola del grano de trigo caído en tierra. Si ahora comulgamos el pan de la vida, es porque queremos ser como Él.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Esta oración-plegaria, es recomendable que la haga toda la asamblea, junto con el que preside, para ello, se hacen copias suficientes y oran todos juntos.

Padre nuestro que estás en la vida,
santificado seas por ser tan humano.

Que te reconozcan hombres y mujeres,
que te admiren y te aplaudan.

Bendice nuestra tierra con tu Reino,
como ya la has bendecido con Jesús,
grano de trigo caído en el surco del mundo;
sí, que venga tu Reino y crezca el compromiso
por todo lo que es digno y ayuda a vivir.

Hágase, Padre, tu voluntad
porque Tú eres la mejor motivación
para que la convivencia sea un paisaje bello y fraternal.

Danos tu pan y tu Palabra cada día
para saber compartir generosamente
por encima de todo ahorro interesado.

Perdona nuestras ofensas
y ayúdanos a perdonar siempre,
porque el perdón es la otra cara del amor.

No nos dejes caer en la tentación
y líbranos de todo el mal que sale de dentro
o amenaza desde el exterior.

Ayúdanos a vivir con conciencia de ser tus hijos
porque queremos bendecirte incesantemente como Abba.

Por eso te decimos: Padre nuestro...

Gesto de la Paz

Distribución de la comunión

Canto

Acción de gracias (En profundo silencio, repetir interiormente la oración, que hemos rezados juntos, antes de la comunión)

 

5 RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso.

Monición final. Para Jesús, vivir es entregarse en solidaridad, sacrificarse, desvivirse por los otros. Si somos sensibles a Él, si le queremos seguir con fidelidad, no pasaremos por este mundo pensando principalmente en nuestra comodidad y provecho. Estamos llamados a crear vida, a brindarla con alegría y promocionarla sobre todo en los más débiles y necesitados.

Canto final y despedida.

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