Martes, 28 Febrero 2023 09:36

Celebrando la Palabra - II Domingo de Cuaresma - (5 de marzo)

Escrito por
Valora este artículo
(1 Voto)

Material para el Animador de la Palabra.

II Domingo de Cuaresma. 5 de marzo de 2023.

Descargar

 

 

1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar un cartel con una de estas frases: “Este es mi hijo. ¡Escuchadlo!” o, “Dios nos bendice en Jesús”.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Hermanas y hermanos, nos convoca la fe que sentimos como un don. El domingo pasado contemplábamos a Jesús frente a tentaciones fundamentales de la vida, aguantando el tipo y adoptando una respuesta digna y fiel, hoy vamos a escuchar promesas y revelaciones en las que Dios pone en juego su Palabra.

La alternativa que apasionó a Jesús y lo llenó de energía, causó una gran admiración en sus discípulos. Tres de ellos lo experimentaron especialmente en una ocasión cuando subieron con Él a un monte para orar.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos a Dios Padre, que acredita a Jesús como el Hijo amado y Palabra verdadera que debemos escuchar.

Acto penitencial

Tú, que has sido probado con el sufrimiento: Señor, ten piedad.

Tú, que haces brillar la luz en nuestro interior: Cristo, ten piedad.

Tú, resplandor de la gloria del Padre: Señor, ten piedad.

Oración

Padre Santo, nos vuelves a presentar el gran regalo de tu Hijo, Luz y Palabra, para que lo escuchemos y le hagamos caso. Como Él, que remos ser misioneros de a pie, caminando junto a las personas y con prisa de Evangelio. Acoge nuestros deseos de ser mensajeros de tu Reino. Por J. N. S. Amén.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Las primeras noticias que tenemos de la Historia de la Salvación nos hablan ya de promesas, bendiciones y alianzas. Dios siempre ha sido igual. Sus ofertas de gracia pueden ser más eficaces si encuentran acogida y responsabilidad en nosotros. Así fue el caso de Abrahán, y lo mismo puede suceder en cualquier otro creyente: la compañía y el amor de Dios transforma la vida. Los tres discípulos que subieron con Jesús al monte los experimentaron en los más profundo de su ser.

Lecturas. Gn 12, 1-4a. Salmo o canto. 2Tm 1,8b-10. Aclamación (No aleluya) Mt 17,1-9. Breve silencio.

Comentario homilético. Creyente es aquel bautizado que escucha los planes que Dios le traza y los pone en práctica, tal y como percibe que Dios le indica, aunque no alcance a comprender todos los matices y riesgos que conlleva el aceptar decir SÍ a esos planes. Así es el testamento que nos deja Abrahán y todos los grandes creyentes. Dios le dijo a Abrahán: “Sal de tu tierra ... y Abrahán marchó como le había dicho el Señor”. En la historia del Pueblo de Dios es reconocido como el padre de los creyentes. Su fidelidad, puesta en práctica, es de una categoría superior.

Este relato de la vocación de Abrahán, como otros semejantes de la Biblia, nos revelan que el Señor muchas veces nos descentra, nos saca de nuestro -pequeño-gran mundo-.

Todos corremos el riesgo de instalarnos, de centrarnos en nuestros intereses y proyectos que no son los principales desde la óptica del Reino de Dios. Es muy probable entonces que si nos dejamos guiar por el Espíritu, cambiaremos los criterios y valores, es decir nos descentraremos, para desde ahí buscar, con el acompañamiento de Jesús y los hermanos, caminos nuevos de solidaridad y compromiso fraterno. La persona bautizada en Cristo que responde con fidelidad a estas intervenciones sorpresivas de Dios, siente su compañía y su bendición. En la obediencia de su fe estriba su seguridad y su confianza. Esta convicción es imprescindible para arrimar el hombro en los duros trabajos del Evangelio.

La experiencia que tienen los discípulos en la “montaña”, por un lado, les causa asombro, pero también los llena de paz: “Qué bien se está aquí...” El Padre refrenda a Jesús como el Hijo predilecto. En adelante será el gran Profeta y la nueva Ley. Con Él comienza la plenitud de la Revelación. Tan fuerte fue el convencimiento que querían quedarse allí ... Pero Jesús les invita a bajar de la montaña a volver a la realidad cruda y dura porque hay que seguir arrimando el hombro ... Quedarse en lo alto sería una evasión. Por tanto, las experiencias místicas son necesarias para oxigenarnos, pero han de ser siempre un estímulo para el compromiso por el Reino...

“Ya no es su sitio el desierto, ni en la montaña se esconde, decid, si os preguntan dónde..., que Dios está, sin mortaja: en donde un hombre trabaja y un corazón le responde...” (Liturgia de las horas)

Un gran hombre de fe, como fue Luther King, escribió: “Como a todos los hombres me gustaría vivir largos años, pero no me preocupo ahora de ello. Solo quiero hacer la voluntad de Dios .

Él me ha permitido ascender a la Montaña. Y he mirado desde arriba y he visto la tierra prometida.

No temo a ningún hombre. Mis ojos han visto la gloria del Reino de Dios que viene”.

Esta experiencia profunda le acompañó en los duros trabajos por la defensa de los derechos de su pueblo hasta el martirio. (Silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por todos los que se esfuerzan en la transformación y mejora de este mundo, roguemos al Señor.

Por los gobernantes, para que procuren el desarrollo de todos los pueblos, roguemos al Señor.

Por todos los que formamos la Iglesia, para que encontremos en la oración la luz y la energía de los Cristianos comprometidos, roguemos al Señor.

Por todos los que sufren, para que logren entender el valor cristiano del sufrimiento, roguemos al Señor

Por todos cuantos queremos seguir a Jesús, para que el mensaje de la transfiguración nos dé aliento en los momentos de dificultad y en las oscuridades de la vida, roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Cuando se trata de Jesús, la sorpresa y la admiración no tienen límites. Renovemos en la comunión los aires sanos de la espiritualidad, mientras caminamos con paso seguro hacia la Pascua.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Unimos nuestros sentimientos y nuestras voces
para darte gracias, Padre, por tu Hijo predilecto,
esa Palabra última y principal que nos animas a escuchar.

Él, es el profeta venido de tu seno,
el mensajero de la nueva Ley,
el cimiento de la humanidad nueva.

Te damos gracias porque nos has llamado
a tomar parte en esta aventura:
Nos has hecho participes de una vocación
y nos confías el compromiso de evangelizar.

Padre, experimentamos el seguimiento de Jesús
como nuestra mejor realización personal.
A la luz de tu llamada nos comprendemos mejor.

Unidos en la fe y deseosos de servirte,
nos unimos a todas las personas que oran
y te decimos juntos la oración de los hijos y los hermanos: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Consideración motivadora (en la Acción de Gracias)

Hermanas y hermanos,
os invitamos de corazón a desarrollar
con coraje las llamadas de la fe.

No os dejéis llevar por la indiferencia.
No perdáis el tiempo frenados por el pesimismo.
Nada de atrofiar el espíritu.

Amigos, es la hora de aportar alternativas.

Vuestra capacidad es inmensa: ¡¡Creedlo!!

Ha llegado el momento de aceptar el desafío de vivir.
Nada nuevo nos vamos a encontrar hecho.

El Evangelio es noticia siempre a punto y sorprendente,
tan divina, que convierte y moviliza a quien lo acepta.

Él nos desafía con las palabras y los hechos del Sabio de Nazaret.
¡Ánimo! no hay mayor fracaso que vivir inútilmente.

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Orar para trasmitir lo que antes se ha orado: nadie puede dar lo que no tiene.

Oración después de la comunión. (se toma del misal)

Bendición

Monición final. La experiencia religiosa siempre despierta ilusiones y esperanzas, pero no por eso vamos a dejar de tener problemas y zonas de oscuridad. Lo importante de la fe es que nos pone en píe y nos da coraje para afrontar con realismo el sentido de la vida. Es muy importante alimentar la experiencia cristiana. Gracias a ella aumenta nuestro nivel de aspiraciones.

Canto final y despedida.

Visto 459 veces Modificado por última vez en Martes, 28 Febrero 2023 09:41

La Diócesis de Palencia

Obispado de Palencia
C/ Mayor Antigua, 22
34005 - Palencia (ESPAÑA)
Teléfono: 979 70 69 13
Fax: 979 74 53 14
Enviar Mail