+ Manuel Herrero Fernández, OSA. Obispo Administrador Apostólico de Palencia
El Concilio Vaticano II define a la diócesis en el Decreto Christus Dominus, que trata sobre la función o el ministerio y servicio pastoral de los obispos en la Iglesia. Eso indica que el Concilio ve una relación muy estrecha entre el Obispo y la Diócesis. La definición, por así decirlo, está en el número 11, y dice así: «La diócesis es una porción del pueblo de Dios que se confía a un obispo para que la apaciente con la colaboración de su presbiterio. Así, unida a un pastor, que la reúne en el Espíritu Santo por medio del Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular. En ella está verdaderamente presente y actúa la Iglesia de Cristo, una, santa, católica y apostólica».
Habría muchas cosas que subrayar en esta descripción de la Diócesis. Por señalar algunas, subrayo, que la diócesis es una porción del pueblo de Dios; no es todo el pueblo de Dios, que está extendido por los cuatro puntos cardinales, es más, que abarca también a los santos y a los fieles difuntos, que también pertenecen a la Iglesia. Al decir que es una porción quiere decir que ella es la Iglesia aquí, en este territorio concreto, formado por unas comunidades concretas y determinadas. Para hacernos una idea es como una porción de queso o de pan... no es una parte, sino que contiene la esencia del queso o del pan. Notad que le confía a un obispo para que sea, no un señor o un amo, sino un pastor, siguiendo el ejemplo de Cristo, el Buen Pastor que reúne a las ovejas, las busca cuando se pierden, da la vida por ellas, las apacienta; no lo hace sólo, sino en colaboración con los presbíteros, de los cuales es hermano, padre, amigo y pastor; no son empleados del Obispo, sino colaboradores, sus manos, sus oídos, sus ojos, como una extensión del obispo.
¿Cómo las reúne? No con normas o policías, no con estrategias y tácticas secretas, sino movido por el Espíritu Santo, es decir, por al amor que Dios ha infundido en nuestros corazones por Jesucristo y que actúa en el Evangelio y en la Eucaristía.
El nombre de la sede procede de la antigua Pallantia, una de las ciudades más importantes de la parte habitada por los vacceos. Después de algunas victorias contra los romanos quedó sujeta al imperio romano a lo largo de cinco siglos. Fue saqueada y destruida hacia el año 456 por el rey visigodo Teodorico, y posteriormente fue reedificada y brilló durante la monarquía visigótica con sus obispos Murila, Canancio, Ascario, Concordio y Basuado, algunos de los cuales rubricaron las actas de los Concilio de Toledo entre los años 589 y 693.
Posteriormente fue destruida por loa árabes, y así continuó por más de tres siglos, siglos de silencio, hasta que fue restaurada en el año 1035 por Sancho III el Mayor de Navarra y Bermudo III de León. A partir de ese año, ha habido una serie de 101 obispos hasta el día de hoy.
Los límites geográficos establecidos por el rey Sancho III de Navarra en el año 1034, estaban señalados por el río Cea hasta el Duero y el Pisuerga hasta Peñafiel y Portillo. En 1035 el rey Bermudo III adelantó mucho los límites de la Diócesis de León hacia el este, mientras la de Palencia se extendía más allá del Pisuerga. En el 1059, Fernando I hizo algunos ajustes fijando los límites tanto al oriente como al occidente.
En el 1595, Felipe II erigió la Diócesis de Valladolid, desmembrándola de Palencia. Hasta entonces Valladolid pertenecía a la Diócesis de Palencia; con tal decisión Palencia se vio reducida de los arciprestazgos de Portillo, Simancas y Tordesillas.
Desde su restauración por los reyes de Navarra y de León la diócesis tuvo mucha relevancia celebrándose en ella varios Concilios, 17 de ellos nacionales entre 1065 y 1403.
En los años 1954-55, por decreto de la Santa Sede, los límites eclesiásticos coinciden con los civiles, hasta el día de hoy. Su extensión abarca 8.052 kms cuadrados.
La Diócesis hoy conta de siete arciprestazgos -El Brezo, Pisuerga Norte, El Valle, Camino de Santiago, Campos, Palencia ciudad, y el Cerrato-, y cada uno con sus unidades pastorales. Así, el Brezo consta de 7 unidades; el Camino de Santiago con 17; Pisuerga Norte con 13; Campos con 11; Cerrato con 14; el Valle con 6 y Palencia ciudad con 6. Cada Unidad Pastoral está formada por varias parroquias, en total son 485 parroquias.
Al servicio de la cada parroquia o unidad pastoral hay uno o varios sacerdotes, dependiendo de la población y la extensión; por ejemplo, la Unidad de Aguilar de Campoo abarca la zona de Aguilar, Barruelo y la de Valderredible, dentro de la comunidad autónoma de Cantabria.
La diócesis ha tenido muchos santos y beatos, bien por nacimiento o por vinculación particular. Entre los santos están San Pedro Regalado, San Antolín, patrono de la Diócesis, Santo Toribio de Palencia, San Julián que fue obispo de Cuenca, San Pedro de Osma, San Francisco Ruiz de Capillas, protomártir de China, San Rafael Arnáiz, San Manuel González García, y muchos beatos como Pedro González Telmo, conocido como san Telmo, el Beato Anselmo Polanco, y unos 150 beatos mártires en la contienda civil de los años 30 del siglo pasado.