Delegado: P. José Aumente Domínguez
Artículo 60.
La Delegación para la Vida Consagrada está presidida por el Delegado nombrado por el Obispo y a ella corresponde las relaciones con los miembros de los Institutos y Comunidades establecidos en la Diócesis, y con los residentes o transeúntes, conforme al derecho general de la Iglesia sobre los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Sus tareas principales son:
1. Fomentar una mayor conciencia diocesana de religiosos y religiosas, y de la vida consagrada en los fieles diocesanos.
2. Cuidar la atención espiritual y sacramental y la formación permanente de los monasterios de clausura.
3. Potenciar la integración en organismos diocesanos, en el Arciprestazgo y en las Parroquias de los religiosos y religiosas de vida activa, según los carismas específicos.
4. Cuidar la relación con la CONFER Diocesana, a tenor del derecho.
5. Asesorar al Obispo en la erección canónica de una comunidad de vida consagrada y en el nombramiento de capellanes de Religiosas e Institutos Seculares.
6. Acompañar al Obispo en las visitas canónicas y en los capítulos electivos de las comunidades de vida contemplativa.