El próximo domingo celebraremos el Día de la Iglesia Diocesana que este año nos presenta el lema “Somos lo que nos ayudas a ser”. Un día para celebrar que caminamos juntos, para crecer en compromiso y para el agradecimiento a todos los que se comprometen con la Iglesia diocesana, con las parroquias aportando su tiempo, sus cualidades, su oración y su colaboración económica.
Carta de nuestro Obispo
ES TIEMPO DE CUIDAR, TIEMPO DE CREAR
Un noviembre más y la Diócesis nos llama a vivir el día de la Iglesia Diocesana.
La Iglesia diocesana es como un árbol con muchas ramas. Hunde sus raíces en el misterio de Dios Padre, de su infinito amor; es nuestro humus. El Tronco es Jesucristo, el Señor, el que nos sostiene con su Palabra y los sacramentos en la Iglesia Diocesana, el que nos vivifica con su Santo Espíritu. Cada comunidad parroquial, religiosa, educativa... es como una rama, llena de vida, porque está unida al tronco y regada por la sabia del Espíritu, que es el hace que la rama tenga hojas verdes, bonitas flores y dé sabrosos frutos.
La Iglesia la formamos todos los bautizados; el día de nuestro bautismo fuimos injertados en Cristo; que nadie ni nada nos pueda separar del tronco, de Cristo; si estamos separados, moriremos como una rama tronchada por el viento temporal por el rayo o por acción humana.
Cada uno tenemos que poner todo lo que esté de nuestra parte para que no sólo nuestra rama sino todo el árbol sea un árbol vivo, hermoso, que dé sombra, que pueda acoger pájaros que buscan protección y hacen allí sus nidos. Cada uno podemos y debemos poner nuestro tiempo, nuestras cualidades, nuestro apoyo, nuestra colaboración económica y nuestra oración, lo mejor de nosotros mismos para que la rama y el árbol sea esbelto y fecundo.
Este año 2020-2021 la programación pastoral nos invita a mimar nuestra Iglesia Diocesana. El lema, conocido, sin duda por todos, dice: “TIEMPO DE CUIDAR, TIEMPO DE CREAR”. Una de las grandes lecciones de la pandemia que tanto dolor, miedo y muerte nos ha causado y causa todavía, es que nuestra vida depende de os demás, como la d los demás de la nuestra. Hemos palpado la fragilidad, nuestra impotencia, pero también la solidaridad de muchos, su sacrificio y entrega en sus cuidados, en su atención, en su servicio, en su oración. Ahora es tiempo de cuidar; cuidar nuestra salud y la salud d los demás; cuidar nuestra fe con la formación y la participación en la vida de la Iglesia; cuidar la trasmisión de la fe, siendo testigos d la misma, a las nuevas generaciones, a los adultos que quizás la han perdido o la tienen cogida con alfileres, a los mayores. Cuidar con cariño, con ternura, con amor, como Dios Padre y Madre, cual labrador, cuida su viña, la abona, la poda, la riega, la defiende, la lleva en sus ojos y en su corazón.
Pero la Iglesia, la comunidad cristiana, no es sólo algo hecho para siempre y que nosotros sólo hemos de conservar; es algo que tenemos que crear, que recrear, que construir. Y no vale que disfracemos nuestra inoperancia y vagancia pensando que otros lo harán o lo hacen o que no tenemos cualidades, que no sabemos. Recuerdo dos poemas breves de A. Machado que nos invitan a actuar y comprometernos. Dice en Proverbios y Cantares: “¿Dices que nada se crea?/ No te importe; con el barro/ de la tierra, haz una copa/ para que beba tu hermano/... ¿Dices que nada se crea?/ Alfarero a tus cacharros;/ haz una copa, y no te importe/ sino puedes hacer barro”.
Contigo, con otros, conmigo... eres Iglesia, la Iglesia de Cristo. Colabora y hagamos con nuestro barro, una copa para nuestros hermanos palentinos que sufren, que están solos, enfermos, sin trabajo, puedan beber, sentir la alegría de saberse queridos, hermanos, y vivir con esperanza.
+ Manuel Herrero Fernández. OSA. Obispo de Palencia
![]() |
![]() |
SOLIDARIOS CON LOS QUE VIVEN LEJOS
Desde los años 80 del pasado siglo, nuestra diócesis cuenta con un fondo de solidaridad que dedica el 1% del presupuesto diocesano anual al desarrollo de los países con menos recursos. El pasado 17 de julio de 2019, nuestro obispo daba un nuevo impulso a esta iniciativa con la constitución del “Fondo de solidaridad al desarrollo”, que busca apoyar proyectos de desarrollo a tres niveles:
- La Iglesia universal, a través de la aportación al Óbolo de San Pedro y la aportación que se hace a la Iglesia Necesitada.
- La Iglesia Española, a través del Fondo para la Nueva Evangelización.
- La Iglesia Diocesana, a través de la aportación a: proyectos al desarrollo que promueve “Manos Unidas”; campañas de ayuda a situaciones de emergencia internacional promovidas por Cáritas; y, proyectos de desarrollo social o evangelizadores que promueven los misioneros diocesanos.
A lo largo de este año, nuestra diócesis ya ha podido hacer llegar su aportación solidaria a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde nuestro obispo emérito, Nicolás Castellanos, reparte junto con su equipo alimentos de primera necesidad a numerosas familias; al comedor de Santa Rosa del Sara, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde trabaja el sacerdote diocesano Bolo Negueruela; o Paita (Perú), donde en la comunidad del sacerdote diocesano Domingo García los lunes reparten alimentos para toda la semana y se apoyan a 40 «ollas comunes» donde varias familias unen lo poco que tienen y cocinan juntas.
Y SOLIDARIOS CON LOS QUE VIVEN A NUESTRO LADO
Como comunidad cristiana estamos llamados a ser Iglesia samaritana. Esta llamada se hace especialmente apremiante en los momentos de dificultad… no podemos pasar de largo ante la necesidad sangrante de los que más sufren entre nosotros.
La Diócesis de Palencia -además del cauce habitual de las Cáritas parroquiales y diocesana, que ayudan a personas necesitadas- abre un cauce extraordinario de solidaridad, a través de la Fundación diocesana “El Buen Samaritano”, con algunos colectivos que son víctimas de esta crisis económico-social provocada por el Covid-19.
Los destinatarios de este proyecto de solidaridad -de ámbito provincial- son:
- PERSONAS TRABAJADORAS que pudiendo ser atendidos a través de los programas de Cáritas no aceden a ellos. Personas que no perciben ningún tipo de prestación o subsidio por desempleo o por cese de actividad como consecuencia del Covid-19; o, percibiendo prestación o subsidio, resulte insuficiente para la cobertura de las necesidades básicas de la unidad de convivencia.
- Apoyos a PEQUEÑOS NEGOCIOS Y AUTÓNOMOS con o sin empleados a su cargo, que se encuentren en dificultades como consecuencia directa de la crisis Covid-9 y que se hallen en proceso de relanzamiento de la actividad económica. Este apoyo se concreta en la concesión de un microcrédito sin interés para el relanzamiento de la actividad empresarial. Puede ser compatible con otras ayudas públicas y/o privadas. Este apoyo no se destinará directamente a la contratación de personas.
Contacto: A través del teléfono 689100635 (lunes, miércoles y viernes de 10:00 a 13:00 horas) o a través del correo electrónico:
«GRACIAS POR TRATARNOS TAN HUMANAMENTE»
Durante los meses que vivimos el confinamiento a causa de la pandemia del Covid-19, Cáritas Palencia desarrolló una intensa actividad tanto con las Personas Sin Hogar del Centro de Acogida Nuestra Señora del Otero como en el Albergue que se instaló en el Seminario Menor puesto a disposición del Ayuntamiento. En estos dos lugares, Cáritas siguió cerca de un colectivo que tenía difícil permanecer en su hogar… porque no tiene. Las Personas sin Hogar son un colectivo especialmente vulnerable, que requiere de una especial atención.
En estos Centros de Acogida fue fundamental la labor de los voluntarios... de los voluntarios habituales y de los muchos que acudieron a colaborar, en unos momentos de especial necesidad. Una ayuda y colaboración en la que también se implicaron distintas empresas y colectivos que se acercaron, por ejemplo, al Seminario Menor, para colaborar en lo que estuviera en su mano.
Una frase escrita -en cuatro idiomas- escrita en una pizarra del Seminario Menor puede resumir el sentir de muchas Personas Sin Hogar en aquellos tiempos difíciles: «gracias por tratarnos tan humanamente».
CELEBRAMOS EL VII CENTENARIO DE NUESTRA CATEDRAL
El próximo 1 de julio de 2021 la Diócesis de Palencia comenzará la celebración de una efeméride muy especial. Ese día se cumplirán los 700 años del inicio de la construcción de la Catedral gótica que hoy conocemos.
El VII Centenario de la Catedral de Palencia quiere ser un motivo de celebración para todos los palentinos, los de la capital y los de toda la provincia y la diócesis… pues la Catedral es la casa de todos. Un Centenario abierto a la participación de las instituciones públicas y de los colectivos que durante todo el año están implicados en la vida social, económica y cultural palentina.
Un Centenario para seguir acercando la Catedral a todos los ciudadanos como espacio artístico e histórico, y como testigo de la fe de un pueblo; para potenciar el arte religioso, la belleza, como elemento de evangelización, de interiorización, contemplación y celebración de la fe; para impulsar y actualizar el significado de la catedral como “catedra del obispo diocesano” e “Iglesia madre de la diócesis”, cuidando la experiencia de Iglesia diocesana y avivando el sentido de pertenecía y participación de la comunidad eclesial.