Palabra y Vida - Descubrir que la felicidad es imitar la vida de Jesús

Confieso un secreto. Hoy quisiera saber explicar el evangelio. Si digo la verdad no lo sé y llevo toda la semana pensando en ello. ¿Los que lloran son felices? y ¿los que sufren y pasan hambre pueden ser dichosos?

Por otra parte, esta es la página más bonita del evangelio. Lo conocemos como el sermón de la montaña y supone el punto central de la predicación de Jesús. Es la nueva ley, un nuevo código de comportamiento. Un canto a la gente humilde, sencilla, la que se esfuerza, la que con dolor y sacrificio saca adelante la vida, la que se da y entrega a los demás. Todo eso a los ojos de Dios merece premio, está lleno de felicidad, los sabemos, pero ¿nos hace felices? ¿Cómo entender que el sacrificio, el dolor, la pobreza, la sencillez y humildad, el ser insultado, perseguido y calumniado es causa de dicha y felicidad?

Desde la perspectiva de nuestro mundo esto no se entiende. Son otras cosas y otros comportamientos los que nos dicen que nos hacen felices y dichosos: el dinero, la diversión, el poder, la vanidad, la arrogancia, la superioridad sobre los demás…

Una explicación sencilla y que encontraba respuesta a este dilema era retrasar la felicidad al reino de los cielos. Después de esta vida el Señor nos premiará nuestros esfuerzos por la justicia, valorará nuestra sencillez y recompensará nuestra pobreza… cuando Dios enjugue las lágrimas de nuestros ojos y no haya ni muerte, ni llanto, ni fatigas porque el mundo viejo ha pasado, como leemos en el libro del Apocalipsis, 21,4. Pero esta explicación no me satisface del todo. Quisiera que también cumplir las bienaventuranzas me hiciera feliz aquí en la tierra.

Es posible que Jesús quiera proponernos la felicidad en caminos distintos y diferentes de los que nos propone la sociedad. Tal vez el Señor quiere que descubramos que somos bienaventurados, mejores y más santos cuando aceptemos otros comportamientos que a simple vista no parecen cauces de felicidad. Os invito a pensar en la madre. En su comportamiento descubrimos una posible forma de entender el texto de las bienaventuranzas. Una madre vive feliz cuando por sus hijos se esfuerza y pasa estrecheces. Y no pierde su felicidad cuando por ellos pasa sufrimientos y lucha por mostrarles una mejor vida. Desde el amor, desde la mirada servicial a los demás entendemos este nuevo estilo de vida.

Situémonos así nosotros. Pidamos la gracia de poder entender este nuevo estilo que Jesús nos propone para que todos seamos felices, bienaventurados, dichos y, por lo tanto, a los ojos de Dios santos, si cumplimos con las bienaventuranzas. Jesús nos propone otro ideal de vida donde la felicidad no se reserva solo a los poderosos, a los ricos, a los violentos o a los que no se esfuercen por la justicia y la paz.

Descubrir que la felicidad es imitar la vida de Jesús sigue siendo el reto que tenemos todos los cristianos.

Comentario al Evangelio del 29 de enero de 2023, por José María de Valles, delegado diocesano de Liturgia. Emitido en “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Palencia.