“Padre nuestro. La vida consagrada presencia del amor de Dios” ha sido el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo, pero que en nuestra Diócesis se trasladó al domingo 3 de febrero. Para celebrar esta fiesta, la Vida Consagrada de nuestra Diócesis se reunió en la S.I. Catedral para celebrar la Eucaristía. Posteriormente, se trasladaron al Noviciado de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados para continuar la Jornada en un ambiente de alegría y convivencia.
Los obispos españoles, en su Mensaje para esta Jornada han recordado que “la vida consagrada es presencia del amor de Dios. Cada consagrado, con su vida y testimonio, nos anuncia que Dios Padre, es un Dios que ama con entrañas. Su Hijo Jesús nos enseñó una oración, el padrenuestro, que expresa la relación que Dios tiene con cada uno de nosotros, sus hijos y sus consagrados”.