Ya conocemos los contenidos y ponentes de las "Jornadas de Formación Sacerdotal" que, organizadas por la Delegación Diocesana del Clero, se celebrarán el 20 de enero y el 16 de marzo en la Casa de la Iglesia.
Aspectos psicológicos de la vida espiritual
10:30-12:00: Aspectos psicológicos de la vida espiritual
12:30-14:00: Cuando el narcisismo daña la vida espiritual
María Isabel Rodríguez. Psiquiatra. Directora de la Cátedra Edith Stein en la Universidad de la Mística (CITeS) de Ávila.
20 de enero de 2020
Una espiritualidad cristiana para nuestro tiempo. La exhortación apostólica Gaudete et Exsultate
10:30-12:00: Una espiritualidad evangélica, alegre y puesta al día
12:30-14:00: El regocijo de las bienaventuranzas
Luis González-Carvajal. Doctor en Teología. Profesor jubilado de Teología Moral en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas.
16 de marzo de 2020
El camino se hace al andar y se rehace con las huellas de los caminantes. Requiere esfuerzo, movimiento y pasos continuados; paciencia para esperar y audacia para avanzar; valorar y apoyar los múltiples y diversos pasos; asumir torpezas y debilidades; comprender y alentar los cansancios; respetar opciones y modos de caminar; adaptarse a las situaciones a los ritmos de las personas y los grupos...y no perder de vista el horizonte que orienta los pasos y permite avanzar juntos en la misma dirección.
(Plan Pastoral Diocesano, p. 19)
167. Hoy día, el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. Porque la vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas. Todos, pero especialmente los jóvenes, están expuestos a un zapping constante. Es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento.
168. Esto resulta especialmente importante cuando aparece una novedad en la propia vida, y entonces hay que discernir si es el vino nuevo que viene de Dios o es una novedad engañosa del espíritu del mundo o del espíritu del diablo. En otras ocasiones sucede lo contrario, porque las fuerzas del mal nos inducen a no cambiar, a dejar las cosas como están, a optar por el inmovilismo o la rigidez. Entonces impedimos que actúe el soplo del Espíritu. Somos libres, con la libertad de Jesucristo, pero él nos llama a examinar lo que hay dentro de nosotros -deseos, angustias, temores, búsquedas- y lo que sucede fuera de nosotros -los «signos de los tiempos»- para reconocer los caminos de la libertad plena: «Examinadlo todo; quedaos con lo bueno» (1 Ts 5,21).
169. El discernimiento no solo es necesario en momentos extraordinarios, o cuando hay que resolver problemas graves, o cuando hay que tomar una decisión crucial. Es un instrumento de lucha para seguir mejor al Señor. Nos hace falta siempre, para estar dispuestos a reconocer los tiempos de Dios y de su gracia, para no desperdiciar las inspiraciones del Señor, para no dejar pasar su invitación a crecer. Muchas veces esto se juega en lo que parece irrelevante, porque la magnanimidad se muestra en lo simple y en lo cotidiano [...].
Gaudete et exsultate