El próximo 26 de enero celebramos la Jornada de la Infancia Misionera, que este año lleva por lema “Con Jesús a Egipto. ¡En marcha!”.
“Con Jesús a Egipto”. Este año vemos a Jesús Niño refugiado en Egipto, viviendo en carne propia el sufrimiento y la injusticia que afligen a los más débiles. Desde el principio Jesús conoce la oposición y la persecución, y también desde estos primeros momentos manifiesta cómo Dios opta por los pequeños y nos libera del mal (cf. CCE 530). Esta es la gran esperanza que nos mueve a quienes somos enviados a transmitir al mundo el amor de Dios, como hacen los misioneros.
“¡En marcha!”. La Sagrada Familia se ve obligada a ponerse en camino, como tantos migrantes, refugiados y desplazados forzosos de nuestros días. “En marcha” se ponen los misioneros para anunciar a Jesús a quienes no lo conocen. Y este grito es también para todos nosotros, para que no nos quedemos quietos, sino que salgamos al encuentro del otro y de Dios.
OMP España apuesta por mantener la formación de Infancia Misionera durante todo el año, a través del proyecto “Con Jesús Niño a la Misión”, en el que se proponen actividades durante todo el curso, para que los niños conozcan a Jesús, niño como ellos.
En este año, en la segunda etapa del plan, los niños conocen a Jesús en su huida a Egipto. Bajo el lema “Con Jesús a Egipto. ¡En marcha!”, conocen que Dios también tuvo que huir de su tierra, como tantas personas en la actualidad. De esta manera, aprenden a ser misioneros con una mirada de solidaridad y acogida de los emigrantes y refugiados, tanto en España como en el mundo entero.
El Papa Francisco lo explica así: «Cuando la ira de Herodes se abatió sobre Belén, la Sagrada Familia de Nazaret se refugió en Egipto. El pequeño Jesús nos recuerda así que la mitad de los refugiados de hoy, el mundo, son niños, víctimas inocentes de la injusticia humana».
Infancia Misionera es una red mundial de niños, presente en 120 países, fundada en 1843. Está promovida por el Papa, ya que Infancia Misionera es una de las Obras Misionales Pontificias y tiene dos líneas de acción.
• Sensibilizar en la misión: Los niños aprenden a ser misioneros. A lo largo del año se promueven para ellos actividades misioneras en colegios y catequesis en todo el mundo, invitándoles a rezar y a vivir como pequeños misioneros en sus ambientes.
• Ayudar a los niños en las misiones: Con el dinero que dan los niños de todo mundo se crea un Fondo Universal de Solidaridad para proyectos destinados a la infancia. En 2019, los pequeños misioneros consiguieron reunir cerca de 15 millones y medio de euros, que ayudaron a que 4 millones de niños pudieran tener una vida mejor, con un hogar, educación, medicinas, y conocer a Jesús. El año pasado se enviaron desde España cerca de dos millones de euros, fruto del trabajo de sensibilización.