La Federación Europea de Organizaciones Nacionales que Trabajan con Personas Sin Hogar, y de la que Cáritas es miembro, afirma que “las personas sin hogar son quienes no pueden acceder o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, ya sea por razones económicas y otras barreras sociales, o bien porque presentan dificultades personales para llevar una vida autónoma”.
Son personas que viven en la calle, o en infraviviendas, hacinadas en un piso, bajo amenaza de desahucio, en centros y/o pisos de acogida, sin acceso a suministros básicos, etc.
No es lo mismo “encontrarse sin techo” que “vivir sin hogar” pues el hogar supone la suma del espacio físico (vivienda) más las posibilidades de vivir de manera integral el propio SER (relaciones, sentido vital, ejercicio y acceso a derechos).
¿Por qué se puede acabar viviendo en la calle?
El fenómeno de la exclusión grave y el sinhogarismo es complejo y multicausal, se puede hablar de tantas situaciones diferentes de “exclusiones” como personas hay que las sufren. Influyen factores como la escasez o ausencia de recursos económicos, sucesos personales y familiares traumáticos, adicciones, enfermedades mentales graves y duraderas, etc. Si ello va unido a la pérdida de las redes y vínculos sociales y familiares de apoyo, la erosión vital que producen y la soledad se agravan, acelerándose el camino hacia la exclusión.
¿Qué propone la Campaña “Nadie Sin Hogar” 2018?
En 2018 el lema de la Campaña es: “Y TÚ ¿QUÉ DICES? DI BASTA. NADIE SIN HOGAR” con la que Cáritas quiere decir basta a las vulneraciones de derechos, a la invisibilidad, al sufrimiento, a vivir en la calle, a la inseguridad, a las agresiones, a no poder acceder a una vivienda... en definitiva, a no tener hogar.
Nadie Sin Hogar es posible, pero se necesita una respuesta social que ponga a la persona en el centro y un compromiso político que ponga límites a la desigualdad y a la exclusión.
Desde Cáritas Diocesana de Palencia queremos invitar a toda la ciudadanía a participar en esta Campaña, desde la parroquia, el barrio, una asociación... también desde lo cotidiano, cambiando nuestra mirada sobre la realidad del sinhogarismo, entendiéndolo como una vulneración de derechos y sobre todo viendo a las personas que lo sufren.
En Palencia, el Centro Nuestra Señora del Otero acoge a personas Sin Hogar y, en colaboración con Pastoral Penitenciaria, a personas reclusas que salen con permiso penitenciario pero que también se encuentran en situación de sin hogar. Desde este servicio se trabaja con una metodología integral ofreciendo a las personas la posibilidad de arraigarse a través de un proceso individual y grupal que comprende desde la fase de acogida (estancias mínimas), fase de recuperación – rehabilitación personal (estancia temporal), hasta la fase de emancipación o vida autónoma.