Material para el Animador de la Palabra.
Celebración del III Domingo de Adviento. Ciclo C.
1. AMBIENTACIÓN
- Permanece el cartel del domingo anterior
- Permanece el montaje del primer domingo
- Tener la frase preparada para el tercer peldaño y colocarla
- Se enciende la tercera vela de la corona de Adviento.
2. RITOS INICIALES
MONICIÓN DE ENTRADA. Tradicionalmente este domingo aporta un mensaje de alegría (Gaudete). Lo comprobaremos al escuchar las lecturas. Pero nos sitúa también ante otros temas centrales de nuestra vida cristiana:
¿Qué tenemos que hacer para avanzar en la conversión?
¿Cómo reforzar la fe y la pertenencia a la comunidad?
¿Qué tenemos que hacer para que el mensaje de Jesús sea más y mejor entendido y extendido?
¿Como tiene que ser nuestra participación responsable?
Ante la cercanía de la Navidad, si buscamos su auténtico significado, necesariamente nos tendremos que hacer estas preguntas, tanto en Comunidad como personalmente.
CANTO
SALUDO. Hermanos y hermanas, alabemos juntos al Señor con alegría y oración.
ACTO PENITENCIAL. Navidad es alegría. Y la alegría es un estado del alma, algo mucho más profundo que la risa exterior. Pidamos perdón por todo lo que nos impide vivir alegres en el Señor. (Breve silencio) Yo confieso ante Dios...
No se dice GLORIA
ORACIÓN. Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe el nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con verdadera y profunda alegría. Por N. S. J.
3. LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN A LAS LECTURAS. La venida de Jesús como Mesías salvador ha significado mucho para la historia de la humanidad y ha sido un motivo especial de alegría. Lo resaltan las lecturas: Dios está en medio del pueblo proporcionando consuelo y suscitando buen ánimo. Nosotros aseguramos que la mejor alegría es la que procede de un corazón sano y convertido. Juan el Bautista insiste en predicar la conversión y responde a preguntas que la gente le hace. Al final asegura que el bautismo de Jesús será más intenso y purificador que el suyo.
LECTURAS. So 3, 14-18a. Salmo o canto. Flp 4,4-7. Aclamación. Lc 3, 10-18 (Breve silencio)
COMENTARIO HOMILÉTICO. El tercer domingo de Adviento, ya lo hemos anunciado al comienzo de la celebración, es especialmente jubiloso y alegre en su mensaje. San Pablo es insistente motivándonos a la “alegría en el Señor”. Porque no se trata de cualquier alegría, sino una alegría profunda, autentica, la que brota de un corazón generoso, fraterno, que teje vida en la comunidad y, abre puertas a la esperanza. “Estad alegres” porque “el Señor está cerca”.
Esta alegría es uno de los testimonios más convincentes que los cristianos podemos presentar a nuestra sociedad; que a pesar de todo el sufrimiento que nos provocan las injusticias, las guerras, los desastres naturales y, que parcia prometer cambios profundos en las personas y en la sociedad; sigue, sin embargo, contagiada por el consumismo, que nos lleva a un individualismo egoísta, que genera amargura, depresión, desengaño... Frente a todo esto está la propuesta del Evangelio y la invitación de San Pablo.
Esta alegría es un don del Espíritu de Jesús y está al alcance de todos los que cultivan la vivencia de Dios y la espiritualidad evangélica: desprendimiento generoso, servicio solidario a todos, comenzando por los más vulnerables.
El Evangelio evidencia que Juan Bautista tenía una personalidad impresionante. Para Jesús: nadie nacido de mujer es más grande que Juan. Como profeta, impactó fuertemente en la gente porque no se andaba por las ramas; sus pronunciamientos eran claros y sus mensajes muy concretos y directos: “No exijáis más de lo establecido”, “no hagáis extorsión a nadie”, “el que tiene dos túnicas que las reparta con el que no tiene”. Juan promovía una conversión personal para que repercutiera en el bien de la comunidad.
Constata el Evangelio que el acercamiento a Juan despertaba sinceridad e interpelaba las conciencias. Y surgían las preguntas: “¿Qué hacemos?”
Él recomendaba honradez, justicia, pero, sobre todo, amor solidario. Porque el amor es la mejor onda para conectar con Dios y, la conversión, solo es auténtica, si se demuestra con signos y gestos de fraterna solidaridad. Si nos hacemos las preguntas que la gente hacia a Juan Bautista, y las hacemos vida, prepararemos y viviremos auténticamente la Navidad.
En torno a Juan se formó un grupo religioso, pero Él se encargó de canalizarlo hacia Jesús, Juan, como todo buen discípulo, conduce siempre a Jesús, para ser bautizados con Espíritu y fuego. (Silencio de interiorización)
CREDO
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por la Iglesia, para que sea símbolo de conversión y de alegría auténtica, roguemos al Señor.
Oremos para que exista en la sociedad un ambiente sano y alegre, roguemos al Señor,
Oremos por todos los que sufren, por los tristes y desesperanzados, para que Jesús Redentor reanime sus vidas, roguemos al Señor.
Oremos para que los cristianos impregnemos la vida de nuestros pueblos de alegría evangélica, roguemos al Señor.
Pidamos unos por otros, para que desarrollemos con entusiasmo nuestros dones y capacidades, roguemos al Señor.
Por todas nuestras intenciones y las de nuestro pueblo, roguemos al Señor
4. RITO DE LA COMUNIÓN
MONICIÓN. La comunión es un signo de fe y de compromiso, de fraternidad y bienaventuranza. Hoy es bueno que le preguntemos a Jesús: Señor, ¿qué tengo que hacer?
INTRODUCCIÓN AL PADRE NUESTRO
Dios nuestro, es un gozo entrañable poder alabarte
en compañía de los hermanos y en comunión con la Iglesia.
Nos has puesto en este mundo encantador y plural
para que seamos felices y disfrutemos de la vida.
Así fue tu plan primero, que no has retirado
a pesar de nuestras traiciones y pecados.
Tu alegría alternativa se llama bienaventuranza.
Es el regalo de tu Navidad prolongada,
el don personal de tu propio Hijo creciendo en nosotros
y concretando tus opciones de felicidad segura.
Sí, Padre, somos felices cuando vivimos en pobreza de espíritu,
cuando compartimos y repartimos nuestras cosas,
pero sobre todo, cuando regalamos con generosidad nuestro tiempo,
cuando cuidamos la felicidad de las personas
aunque ello suponga despojo y sufrimiento.
Y somos felices porque esa manera de vivir irradia tu Reino.
Padre bueno, vivir contigo es un gozo inmenso
y nos motiva a abrir la puerta de nuestro corazón.
Por eso te alabamos con todas las personas que te disfrutan y te celebran.
Y junto a ellos, nos unimos en oración fraterna
rezando juntos la oración de los hermanos: Padre nuestro...
GESTO DE LA PAZ
DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN (Canto)
ACCIÓN DE GRACIAS (Espontáneo)
5. RITO DE CONCLUSIÓN
COMPROMISO. Preparar la Navidad según los valores del Evangelio.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN. (se toma del misal)
MONICIÓN FINAL. Hemos celebrado la alegría cristiana, pero han quedado resonando en nuestros oídos las preguntas del Evangelio: ¿y nosotros que tenemos que hacer para que haya más alegría en nuestras familias, Comunidades cristianas, en nuestro pueblo?
¿Qué tenemos que hacer para vivir más auténticamente el Evangelio y para que socialmente haya más Reino de Dios? Hoy, como ayer, los creyentes tenemos mucha tarea pendiente, tanto a nivel de interioridad como en línea comunitaria.
Preparemos la Navidad con espíritu evangélico. Y oremos a lo largo de la semana para que logremos captar y transmitir todo lo bello y salvador de la venida de Dios a nuestra tierra.
CANTO FINAL Y DESPEDIDA