El próximo domingo, 26 de julio, celebraremos en nuestra diócesis el Día del Misionero Diocesano con el lema “Nuestros enviados a la misión”. Una jornada que este año toma un cariz especial, al no haberse podido celebrar por razón del COVID-19 el tradicional encuentro con los misioneros y misioneras palentinos que regresan por un tiempo a Palencia para descansar y estar con sus familiares.
Con este motivo, desde la delegación diocesana de Misiones se ha preparado un guion litúrgico que pueda ser usado en las celebraciones de la Eucaristía y se han compartido algunos de los muchos mensajes que han estado enviando desde los países nuestros misioneros
TESTIMONIOS
Recibidos en abril en su mayoría
COMUNIDAD DE HERMANAS CLARISAS. PROVINCIA DE GAZA – XAIXAI – MOZAMBIQUE
Con esta situación de la pandemia, el pueblo está lleno de dificultades. Además, ha habido muchas inundaciones muriendo mucha gente y otros sin casa y sin bienes. Por otra parte, muchas guerras en el centro y norte del país, donde los terroristas matan familias enteras y donde hay mayor número de infectados por coronavirus. Algunos están viniendo para el sur del país como refugiados y por tanto la enfermedad se expande ahora como nunca.
Nosotras de momento tenemos lo necesario para los alimentos.
Lo poco que teníamos para continuar las obras, hemos tenido que gastar para cubrir las necesidades básicas y la documentación de extranjeras, aquí es un dineral. (…) Tenemos muchas deudas, pero viendo la situación mundial ni nos atrevemos a pedir grandes ayudas.
ALFREDO LOBATO. HERMANO MARISTA. GUATEMALA
Me llamo Alfredo Lobato del Blanco y soy HERMANO MARISTA. Nací en Guardo hace 69 años y estoy ejerciendo como director de la Escuela Marista, una obra social casi gratuita, con 1065 estudiantes, situada en las afueras de Ciudad de Guatemala, en una zona muy pobre y necesitada en todo momento, pero más especialmente en estos meses de pandemia, desempleo y miseria.
Varias familias han colocado la bandera blanca en sus casas como un símbolo de que están pasando hambre, pues el confinamiento impuesto por el gobierno afecta más a los más desposeídos. Muchos viven del trabajo informal del día a día.
Ante esta situación, la Escuela Marista ha querido ser solidaria y hemos repartido bolsas de víveres en cuatro ocasiones. La última fue el 5 de junio entregando ayudas a más de 110 familias cuya necesidad es extrema.
Es una gran satisfacción para nosotros el poder servir y aportar algo a los más necesitados.
JUAN ANTONIO GIL SOLÓRZANO y PABLO SÁNCHEZ POLANCO. AGUSTINOS. ARGENTINA
Escribimos desde Santa María, en el noroeste argentino, en la provincia de Catamarca y con una población de 25.000 habitantes.
Les agradecemos su recuerdo y tenernos presente en estos momentos duros y difíciles donde nos enfrentamos a nosotros mismos y a nuestra interioridad. Ojalá saquemos de nuestro interior lo mejor de nosotros, aquello que nos dignifica y fortalece y nos ayuda a tener una mirada más limpia, auténtica, solidaria y pacífica ("hacedora de paz", dice San Agustín).
Todos los días celebramos dos misas, en la mañana y en la tarde. Sin público. Y ambas se transmiten por radio para que puedan ser seguidas, escuchadas y vividas. Se tocan las campanas antes de cada misa, que se ofrece por las intenciones que nos hacen llegar todos los días nuestros feligreses y donde, también, rezamos por nuestras familias y nuestro pueblo. Y a las 12:00 horas, se invita a hacer un alto en el camino para el rezo del ángelus.
No olvidamos el dolor de nuestra gente. Se nos llama para impartir el sacramento de la Unción de los Enfermos y acompañar a la familia en el último adiós en el cementerio con un grupo reducido de personas.
Finalmente, sabemos que vivimos tiempos duros y difíciles y con muchas carencias de todo tipo. Desde Cáritas y la Farmacia Parroquial intentamos paliar las cada vez más necesidades de nuestra gente, especialmente de nuestros niños y ancianos. Es la solidaridad que se hace presente y don generoso para la necesidad del hermano. ceda ante su Hijo.
P. Juan Antonio Gil Solórzano, osa / P. Pablo Sánchez Polanco, osa
DOMINGO GARCIA HOSPITAL. SACERDOTE DIOCESANO. PAITA, (PERU)
Acá estoy encerrado ya por tres meses, testigo de los estragos del covid19 y de la pobreza, miseria, hambre. no puedo recorrer los barrios como lo hacía, pero nos hemos embarcado en tres tipos de servicio.
Después de las OLLAS COMUNES, hemos organizado COMEDORES POPULARES en diez asentamientos humanos (Se ayuda a un total de 2.000 personas). Trabajamos con las organizaciones de mujeres y hemos asumido el compromiso de apoyar con alimentos, cada lunes repartimos para la semana, las responsables de cada semana cocinan y a la hora acordada se acerca alguien de cada familia, recoge y lo llevan a casa.
Otro compromiso es con LOS NIÑOS Y LAS CLASES VIRTUALES, hay lugares que no tienen luz, ni teléfono, ni internet... bajamos el programa del ministerio de educación, fotocopiamos y cada lunes dos señoras los dejan en casa del dirigente de cada asentamiento humano y acuden a recoger las fichas; comenzamos con 50 niños, en este momento estamos apoyando a casi 200.
Hace una semana comenzado otro servicio, en coordinación con un compañero de Piura: se trata de detectar a sintomáticos de coronavirus: una monja enfermera, una capacitación por teléfono por parte de un médico de esta municipalidad, el termómetro ese que parece una pistola, el aparatito de medir la oxigenación ahí puesto en el dedo, unas medicinas…
Por ahí vamos convencidos de que Dios no anda por las iglesias cerradas sino en estas duras realidades de enfermedad, miedo, pobreza.
Soy testigo de milagros impensables: hoy ha venido una señora, de bien lejos, trayendo un saco de arroz y así todos los días. Esta es también una de mis tareas: recibir, agradecer, animar distintas organizaciones, personas, iglesias, juntos apostando por la salud, la educación y la alimentación, creando entre todos una GRAN RED DE SOLIDARIDAD.
AMPARO MORRONDO. ABIDJAN. COSTA DE MARFIL
Yo estoy en Abidjan, Costa de Marfil, tenemos un pequeño hospital en uno de los barrios más desfavorecidos de esta gran ciudad, así que no estamos en cuarentena ni en casa, pues el Hospital no cierra y nuestra presencia es diaria y necesaria (estamos tres Hnas.: dos españolas y una maliense). Llevamos más de un mes con los centros de enseñanza cerrados y los de culto también: Iglesias mezquitas... el índice de contagio es aún, bajo unos 1300: 15 muertos y unos 300 curados.
Pero no sabemos lo que será, si esto continúa aumentando pues son países que no tienen muchas estructuras sanitarias como para hacer frente a una situación como la que os está tocando vivir; así que, a rezar, mirar al Cielo y creer de corazón que nada sucederá sin que sintamos la presencia amorosa de nuestro Dios. Nos confiamos a vuestra oración y contar con la nuestra.
Un abrazo fuerte AMPARO MORRONDO (de Alar del Rey)
JOSÉ LUIS GRANDE. BANGKOK. TAILANDIA
Estimados amigos/as:
Saludos desde Bangkok. Yo estoy bien, así como el otro Hermano de la comunidad.
En Tailandia hay unos 3.000 casos confirmados del Covid 19, que siguen creciendo, pero menos que antes y algunas muertes.
Hasta ahora no sentimos mucho las restricciones impuestas por el estado de emergencia (como el cierre de iglesias, restaurantes, lugares públicos, prohibición de entrada a extranjeros no residentes ...) que comenzó el 26 de marzo y permanecerá hasta el 30 de abril en un intento por frenar la escalada del virus.
De momento nos movemos libremente y, en cierta forma, nuestra rutina, el ritmo de trabajo, los horarios y actividades no han cambiado, pero tratamos de actuar con prudencia y seguir las indicaciones del gobierno. que ha anunciado un toque de queda nacional a partir del 3 de abril: está prohibido en todo el país salir de casa entre las 10 p.m. y las 4 a.m.
Fraternalmente: JOSÉ LUIS GRANDE
GUION LITURGICO
ENTRADA
Bienvenidos a esta Eucaristía. Celebramos unidos el día del Señor.
Y en esta ocasión, unidos especialmente a todos nuestros MISIONEROS PALENTINOS. Este año, la mayoría de ellos no han podido venir a disfrutar de sus merecidas vacaciones y visitar a sus familias. Están presentes ahora entre nosotros, así como la situación que padecen sus comunidades y países en este tiempo de pandemia.
Queremos que nuestros misioneros se sientan no solo como NUESTROS ENVIADOS, sino siempre acompañados queridos y apoyados; y ahora, más que nunca en estas circunstancias duras y adversas.
Encontrarle a él es encontrar el mayor tesoro. Así se afirma en el evangelio de este domingo: El Reino de Dios es presentado como “una pasión”, cuando uno lo descubre queda enganchado y enamorado, como nuestros misioneros.
PEDIMOS PERDÓN
Se suele decir que lo que cuesta es lo que vale. Pero esto no es verdad: porque lo que realmente vale, no tiene precio.
La vida es lo que más vale, y la hemos recibido gratis; es como un tesoro que se encuentra. Lo mismo podemos decir del amor, la amistad, la fe y el Reino de Dios. No se compran con dinero.
Vamos a tratar de descubrirlo en este momento: la fuerza y el perdón de Dios nos mantienen ilusionados, esperanzados. Le damos gracias y le suplicamos.
- Tú, que eres nuestro tesoro. SEÑOR, TEN PIEDAD.
- Tú, que nos llamas a la misión. CRISTO, TEN PIEDAD.
- Tú, que nos quieres felices, haciendo felices a los demás. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Que Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos guíe hasta la vida eterna. Amén
MONICIÓN LECTURAS
¡Dichosos quienes APUESTAN por su REINO, porque disfrutarán de la dicha de poseer un TESORO!, viene a decirnos el Evangelio de hoy. De esta manera tenemos presente que los misioneros son los que han apostado “en grande” por ese Reino, los recordamos en nuestra oración y los apoyamos en sus actividades evangelizadoras y humanitarias.
Ellos nos representan en la tarea misionera que nos compete a todos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Oremos y pidamos la misericordia del Señor para que, escuche nuestras plegarias:
- Por nuestra diócesis, para que nos dejemos cambiar por Jesús y nos sigamos ayudando a ser Iglesia en estado permanente de misión, haciendo camino con los más pobres entre nosotros. Oremos
- Por los gobernantes, para que pongan fin a esas políticas hostiles contra los emigrantes y defiendan los derechos de todas las personas a una vida digna. Oremos
- Por todos nuestros misioneros palentinos, para que se sientan arropados con nuestra oración y ayuda, enviados y apoyados siempre por nuestra Diocesis. Oremos.
- Por las comunidades y pueblos del mundo con quienes seguimos manteniendo relación desde nuestras comunidades cristianas, para que en esta relación aprendamos unos de otros. Oremos.
- Para que en la Eucaristía nos dejemos transformar por Jesús, le sigamos con confianza y asumamos con alegría la misión a la que nos llama. Oremos.
Escucha, Padre, estas súplicas que te presentamos y atiende también a aquellas que sólo tú sabes leer en lo más profundo de nuestro corazón. Te lo pedimos por Jesucristo...
* (A MODO DE HOMILIA)
- Este año no es posible el ENCUENTRO DIOCESANO DE MISIONEROS Y FAMILIAS. Y la mayoría no van a poder viajar a su querida tierra palentina. Les tenemos igualmente presentes y “nos encontramos con ellos” conociendo y compartiendo sus testimonios, que nos hablan de la situación que atraviesan sus comunidades, y del trabajo pastoral y social que están realizando intentando dar respuesta a la ingente cantidad de dificultades y problemática que se les están presentando con motivo de esta pandemia.
- Me ha parecido oportuno que, en lugar de una reflexión u homilía, ACOJAMOS Y COMPARTAMOS ESTOS TESTIMONIOS, durante el momento homilético o quizás en el OFERTORIO, como creáis más oportuno.
- Quizás también se podría presentar UN MAPA de la tierra, zona, país en que desarrolla su actividad algún misionero conocido de la parroquia o ALGUNA FOTO…
Y se dice esta ORACIÓN: (u otra parecida)
- Gracias por vuestra entrega a la misión. Gracias por vuestra pasión por Cristo y su Reino. Gracias por vuestro cariño y entrega a los demás en cada rincón del mundo. Gracias por comunicarnos el deseo de salir de nosotros mismos, caminando siempre hacia los demás.
- Ayudemos a nuestros/as misioneros/as con su tarea apostólica: en esas necesidades que se les presentan en su día a día: reconstrucción de casas destrozadas en catástrofes naturales, construcción de escuelas y centros de salud, botiquines, medicinas, materiales de prevención, comedores populares, centros nutricionales, locales de acogida, atención a niños de la calle, etc...
- Por supuesto, que, si estuviese presente algún misionero en nuestros pueblos, comunidades cristianas se le invitaría a aportar su testimonio.