No consintamos más muertes en el trabajo

No consintamos más muertes en el trabajo

El Secretariado para la Pastoral Obrera y del Trabajo de la Iglesia Católica de Palencia nuevamente se ha visto sorprendida con asombro por la noticia de muerte en accidente laboral.

El día 18 de enero tres trabajadores, camioneros, morían en accidente de trabajo en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Mientras ayudaban a otro transportista a sofocar un incendio provocado en su camión, fueron atropellados por un cuarto trailer provocándoles la muerte. Dos de estos trabajadores eran del país hermano de Portugal y el tercero un camionero palentino de 43 años, natural de Cervera de Pisuerga y vecino de la ciudad de Palencia.

Ante todo, queremos manifestar nuestro reconocimiento y homenaje a estos trabajadores, porque morir en accidente de trabajo es morir en acto de servicio a la sociedad.

También queremos manifestar nuestra solidaridad y condolencia a sus familiares, y a sus compañeros de trabajo. Nos conmueve la muerte de los tres trabajadores, porque creemos que la vida de las personas es el más valioso patrimonio de la humanidad.

Pero junto a este sentimiento de dolor, otro sentimiento de indignación y de repulsa nos urge a denunciar que el trabajo no es un lugar “natural” para morir. La muerte en accidente laboral nunca puede ser aceptada como algo “normal”, como algo que “puede pasar”. Es absolutamente inhumano que los trabajadores se vean obligados a asumir tan alto riesgo en el trabajo. Una sociedad civilizada y humana no puede consentir que ganarnos la vida nos cueste la vida.

Este Secretariado para la Pastoral Obrera y del Trabajo, alentada por el espíritu de Jesús a trabajar por un mundo más humano, asume como suya la causa de estas víctimas, y hace una llamada de atención a todos, para que no consintamos nunca que nuestra conciencia se acostumbre a estas muertes. Es necesario incrementar la sensibilización social sobre la gravedad de la siniestralidad laboral. Es urgente recuperar la valoración efectiva por la actividad laboral realizada por las personas, eliminando los riesgos para su vida, su integridad física y su salud. Porque los trabajadores, que son quienes sustentan esta sociedad, son personas humanas, y ninguna cosa puede tener más valor.

Secretariado diocesano para la Pastoral Obrera y del Trabajo

Palencia, 19 de enero de 2021