El próximo 3 de mayo en la capilla de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret (Santo Domingo de Guzman, 9) con profunda gratitud, se clausurará el tiempo jubilar que se les concedió con ocasión del I Centenario de su fundación. La celebración de la Eucaristía será presidida por el obispo de Palencia, Mons. Manuel Herrero Fernández, OSA, a las 18:30 horas.
Bajo el lema «Nacidas para eucaristizar», durante este período, tanto en los templos designados: Parroquia de Palomares del Río (Sevilla), Parroquia de San Pedro (Huelva), Santuario de Santa María de la Victoria (Málaga) y Catedral de Palencia, lugares relacionados especialmente con su Fundador, san Manuel González García, como en las Capillas de sus comunidades en todo el mundo, han compartido la gracia jubilar con todas las personas que han acudido a estos lugares, y con las que han podido realizar diversas celebraciones.
Al acercarse la clausura de la Puerta jubilar en los templos indicados, así como en sus Capillas, una vez más invitan a todos a unirse a la acción de gracias, con el deseo de hacer resonar la invitación que san Manuel González ha dejado a toda la Iglesia: Dar una respuesta de amor agradecido a Cristo Eucaristía con una vida eucaristizada y eucaristizadora en el hoy de nuestra historia.
En el actual contexto eclesial, en el que el papa Francisco ha introducido a toda la Iglesia en un proceso sinodal de «comunión, participación y misión», la celebración y vivencia más consciente de la Eucaristía en todas sus dimensiones contribuirá a avanzar en esta sinodalidad.
La Misioneras Eucarísticas de Nazaret
La Congregación religiosa de Misioneras Eucarísticas de Nazaret nació en Málaga el 3 de mayo de 1921 y recibió la aprobación pontificia en 1960. Fue fundada por san Manuel González, en ese momento Obispo de dicha diócesis, con la colaboración de su hermana Mª Antonia.
San Manuel recibió una gracia singular durante un encuentro con Jesús Eucaristía ante un Sagrario abandonado. Ahí sintió la llamada a dar una respuesta de amor reparador al Amor redentor perpetuado en el Misterio eucarístico. Y desde ahí vivió toda su existencia, haciendo partícipes de este carisma a todas las personas en los diversos lugares donde desempeñó su ministerio. De esta semilla, que incansablemente fue esparciendo, surgieron las diversas ramas de la actual Familia Eucarística Reparadora.
Ámbito específico en la misión eucaristizadora de la Congregación es acompañar a los miembros de esta Familia Eucarística Reparadora, así como colaborar en la pastoral de las diócesis donde se haya presente, siendo fermento para eucaristizar el mundo.
Actualmente las Misioneras Eucarísticas de Nazaret cuentan con 29 comunidades, distribuidas en 9 países: Argentina (2), Cuba (1), Ecuador (2), España (15), Italia (1), México (2), Perú (3), Portugal (1) y Venezuela (2).
El Papa Francisco, para elevar un canto de acción de gracias por la fidelidad de todas las hermanas que han hecho posible este Centenario, concedió un Tiempo Jubilar, que comenzó el 3 de mayo del 2020 y concluirá el 3 de mayo del 2022.
Para lucrar la indulgencia plenaria, inicialmente designó cuatro templos jubilares, eligiendo aquellos más significativos en la vida de San Manuel González:
• Parroquia de Palomares del Río (Sevilla): lugar donde recibió la gracia carismática.
• Parroquia de San Pedro (Huelva): lugar donde fundó la primera rama de la Familia Eucarística Reparadora.
• Santuario de Santa María de la Victoria (Málaga): parroquia a la que pertenece la primera comunidad de la Congregación.
• Catedral de Palencia: lugar donde se encuentra su sepulcro.
Posteriormente, a causa de la pandemia, prorrogó de uno a dos años el Tiempo Jubilar y extendió esta gracia a las Capillas de cada una de las comunidades de la Congregación, a fin de facilitar al mayor número de personas que puedan participar de esta gracia.
A pesar de las limitaciones de la pandemia, durante este período se han celebrado diversos actos, al principio a través de los nuevos medios de comunicación, y en los últimos meses ya presenciales, y en los que siempre ha desbordado un profundo sentimiento de gratitud al Señor y esperanza ante nuestra misión en la Iglesia.