Palabra y Vida - Siempre estará a nuestro lado

El sexto domingo de Pascua nos ofrece un anticipo de la Asunción del Señor que celebraremos dentro de siete días. El marco o el contexto del evangelio nos sitúa en la despedida de Jesús a sus discípulos. El texto de san Mateo, que volvemos a recuperar, resalta las palabras de Jesús ante el acontecimiento de su partida.

 

Pediré al Padre que os de otro Paráclito

Toda despedida conlleva tintes de tristeza, de dolor y de soledad. Jesús quiere preparar a sus discípulos para que entiendan que su partida no es un abandono, que, aunque no esté presente no les deja solos. Quiere mostrarles que su partida forma parte del plan de salvación. Su venida a nosotros se completa en su partida al Padre. Aquí encontramos la clave para entender su misión. Su obra redentora no se queda en la tierra, sino que dirige al cielo. Nos enseña, de este modo, como nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, nuestra misión y nuestra vida acaban junto al Padre en el reino de los Cielos.

 

Estoy en mi Padre

Consciente de la debilidad de sus discípulos, les promete el Espíritu. No les dejará solos. Les enviará su fuerza, su poder y su aliento, en lenguaje creyente, al Espíritu Paráclito. Palabra despojada de significa y que hoy debemos recuperar. Su significado es defensor. Caracteriza, por tanto, la misión del Espíritu que es quien nos defiende, nos ayuda, nos protege y nos libra del mal en todos sus aspectos. El ánimo y aliento que el Señor quiere transmitir a sus discípulos proviene de estar junto al Padre. Estar con el Padre y junto al Padre justifica que les deje. Desde allí les tendrá presentes y con Él estarán también ellos, junto a Dios Padre. Nada más grande podemos aspirar sino estar junto a Dios. Es el lugar de los hijos, estar junto a los padres, en su casa. Y ese es el destino del Señor que adelanta y propone nuestro propio destino. Junto al Padre, la promesa de que estarán también ellos. Desde allí gestionará nuestras dificultades y facilitará la solución a nuestros problemas.

 

Fortalecer el amor

El evangelio acaba con un compromiso. Jesús invita a sus apóstoles y, a través de ellos, también a nosotros a guardar y aceptar sus palabras y mandatos. Así fortalecerán el amor a Él y al Padre que igualmente los amará. Acaba diciéndoles que amar a Dios consiste en guardas sus mandamientos, vivir su palabra y su evangelio. Tarea que sigue siendo permanente en nuestra vida de hijos de la Iglesia porque tantas veces nos despistamos y olvidamos cumplir la voluntad de Dios expresada en los mandamientos. Pidiendo fuerza y gracia para vivir este compromiso fortalezcamos nuestro amor a Dios y a los hermanos porque sabemos que Cristo resucitado nunca nos abandonará. No nos dejará huérfanos. Siempre estará a nuestro lado y defenderá nuestra causa.

 

Comentario al Evangelio del 14 de mayo de 2023, por José María de Valles, delegado diocesano de Liturgia. Emitido en “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Palencia.