“Claustro. Panda oeste”. Thieldon en la Catedral de Palencia

Esta misma mañana se ha inaugurado “Claustro. Panda oeste”… una propuesta expositiva que la Asociación de Artistas Plásticos Palentinos “Thieldon” en colaboración con la Diócesis de Palencia y Cabildo de la Catedral presenta a la ciudad y a los que nos visiten durante los meses de julio y agosto. Un título que hace referencia al lugar de la exposición, el claustro de la Catedral y el ala en el que sitúa la misma, la oeste, junto a la Sala Capitular.

Para Thieldon -como afirman en el folleto de la exposición- es un placer “poder mostrar nuestro trabajo en este lugar tan extraordinario y damos por ello gracias a los que nos han allanado el camino para que esta actividad cultural pueda ser realizada. Sin duda será la primera de nuevas iniciativas conjuntas”.

La exposición -que permanecerá abierta hasta el próximo 22 de agosto- también cuenta con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de la capital y la Junta de Castilla y León.

28 pintores y escultores han desarrollado su trabajo en torno a un "Relato" que sirve de hilo conductor y da cuerpo a la exposición. Todos ellos esperan que disfrutemos de ella “pues se ha realizado con ilusión y muchas ganas de satisfacer los sentidos que en este lugar se acrecientan y magnifican para gozo de nuestro espíritu”.

 

 

RELATO

«La idea se basa en la instalación de una treintena de obras de pintura y escultura de artistas plásticos palentinos en un espacio especial y con una luz natural cambiante a lo largo del día muy alejada de los tradicionales focos de las salas de exposiciones.

Lugar especial por la construcción arquitectónica del espacio en su significación teológica (es cuadrado porque es la forma geométrica que simboliza al Hombre y sus cuatro dimensiones: corporal, intelectual, espiritual y relacional) y por ser tradicionalmente el claustro lugar de meditación, paseo y reunión, encuentro. También lugar de contemplación para la belleza, tanto en el interior como en el exterior a través del patio, lo cual crea una simbiosis que nos hace más cercanos a la divinidad. Es por lo cual esa luz que penetra en sus pandas o alas establece una relación entre la vida exterior y la contemplativa y es ahí donde pretendemos situar al espectador, en un espacio para el silencio, la contemplación de la obra de arte en este caso, y la introspección personal que surgirá de la visión de las pinturas y las esculturas. Nuestra propia interpretación y evocación de las imágenes plásticas fruto del recuerdo o la experiencia vital aprendida».