Castilla y León... una sociedad desvinculada. Riesgos sociales y cambio cultural

Castilla y León... una sociedad desvinculada. Riesgos sociales y cambio cultural

Mañana, sábado, tenemos la segunda cita de los actos programados en nuestra Diócesis para celebrar la III Jornada Mundial de los Pobres, y llega el momento de la formación, de ampliar nuestra visión de la realidad que nos rodea.

Con este motivo, desde las 10:00 a las 13:30, la Biblioteca Pública (Eduardo Dato, 4) acogerá una Jornada de Formación Social que llevará por título “Castilla y León... una sociedad desvinculada. Riesgos sociales y cambio cultural” en la que se contará con la presencia de Guillermo Fernández, coordinador del VIII INFORME FOESSA.

Descargar Informe FOESSA – Castilla y León

 

El Informe FOESSA de Castilla y Léon, entre otras cuestiones, resume de la siguiente manera la realidad en la que vive nuestra Comunidad:

 Una comunidad con niveles elevados de envejecimiento, tasas reducidas de pobreza monetaria y desigualdad, y un gasto social ligeramente superior a la media.

 Tasas de desigualdad más reducidas que en el resto de España, compatibles con una mayor caída de los ingresos de los grupos menos acomodados y una clara mejoría de las clases medias.

DESCARGAR Crece el porcentaje de población en situación de integración plena mientras se reduce el peso de la integración precaria y se mantienen las situaciones de exclusión, con un repunte de la exclusión severa.

 Tasas de exclusión social algo más bajas que en el conjunto de España.

 Las situaciones de exclusión en el eje político y de ciudadanía afectan al 32,8% de la población.

La vivienda, el empleo y la salud son las dimensiones que en mayor medida generan situaciones de exclusión social.

 El riesgo de exclusión social es más elevado entre los hogares sustentados por personas adultas, mujeres, inmigrantes y desempleados, así como entre los hogares compuestos por familias numerosas y unipersonales.

 El perfil mayoritario de la exclusión en Castilla y León: hogares no pobres, encabezados por personas adultas, sin menores a cargo, con ingresos por protección y de nacionalidad española.

 Mayor propensión que en el conjunto del Estado al uso de los Servicios Sociales públicos, que son bien valorados por la población, y mayor disposición ciudadana al incremento de la presión fiscal para la mejora de las prestaciones sociales.

 

Esta realidad pone delante de nosotros una serie de retos que, como cristianos y como ciudadanos, tenemos que afrontar.

Organizar los actos de celebración de la III Jornada Mundial de los Pobres: Cáritas Diocesana, el Área de Discapacidad, la Escuela Diocesana de Tiempo Libre, Justicia y Paz, Manos Unidas, el Secretariado de Migraciones, Pastoral de la Salud, Pastoral Penitenciaria y Pastoral Obrera y del Trabajo.