Adviento 2022 - II Domingo - Sal de tu zona de confort

Adviento 2022 - II Domingo - Sal de tu zona de confort

También el segundo domingo suele repetirse año a año. Juan Bautista como voz que grita en el desierto para preparar un camino al Señor".

 

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Por aquellos días, Juan el Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

Este es el que anunció el profeta Isaías diciendo: «Voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”».

Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

Mt 3,1-12

 

 

Los evangelistas recogen la invitación de Isaías en los tiempos del destierro. Dejar la vida cómoda de Babilonia para atravesar el desierto, para buscar algo mejor, desinstalarse, perseguir un sueño, el sueño de Dios.

A quién se le ocurre, salir al desierto, con lo bien que se está en los jardines de Babilonia, una de las maravillas del mundo antiguo. Y, sin embargo, esa es la propuesta de Isaías. Dejar la buena vida, cómoda, tranquila, sosegada... para arriesgarse a un viaje lleno de peligros, sin apenas seguridades.

Esa es la propuesta del Adviento: sal, preocúpate, complícate la vida, implicarte con otros... para que la vida tenga sabor a vida.

 

 

Un grito revolucionario para revolucionarnos, para sacarnos de una vida mortecina.

Hay tantas ofertas y tan potentes para que no necesitemos ni salir de casa. Pantallas, internet, futbol, novelas, series, concursos... hasta la misa puedes seguirse en la tele. Tranquilo, que fuera hace demasiado frío, la intemperie, hay demasiada gente...

Pero lo único que nos llena la vida de calidad es la gente, los amigos, el querer, el preocuparse, el mancharse con la vida de los otros.

A lo mejor este adviento puedes hacer algún ensayo de encuentro, de hacer con otros y, luego, puedes valorar a ver qué tal te sienta.

 

 

Este verano, un grupo de jóvenes de entre 22 y 25 años han participado en una experiencia de voluntariado internacional organizada por Cáritas. En concreto, han pasado un mes en Puyo, en la selva amazónica ecuatoriana. Para contarnos su experiencia hicieron un vídeo con algunas fotos y algunas reflexiones. De ahí extraemos estas frases.

 

Mi primera impresión fue como de movimiento porque, al fin y al cabo, todos venimos de una vida acomodada y allí era movimiento, energía y estar pendiente de todos los estímulos que te estaban entrando para empaparte de ellos para aportar tu granito de arena...

Yo fui un poco a Puyo muy insegura de mí misma y allí me transmitió muchísima paz, muchísima seguridad que ahora mismo la llevo conmigo y, luego, la manera de valorar todas las cosas ¿no? Igual cuando fui allí valoraba mucho más lo material y ahora ha cambiado ¿no? se valora muchísimo más a las personas y la familia y a la gente que te rodea.

Siempre tengo mi pensamiento un poco negativo hacia algunas cosas de la vida, siempre he intentado ponerme en las cosas peores para no llevarme sorpresas y como que me hacía falta un toque de felicidad y como que estar en Puyo pues, no sé, me ha dado esa felicidad que necesitaba y buscaba y como que ahora veo las cosas con mucha más claridad y era lo que me faltaba.

 

 

Para saborearte
hay que probar la vida,
adentrarse en el misterio
y curar las heridas de la historia
hechas por los guijarros
de tu ausencia
y nuestra falta de ternura.

Para disfrutarte
hay que sentir tu paso por la vida,
tu paso por nuestra sangre,
y abrir las entrañas sin miedo
para oxigenarse y hacerte sitio
a tiempo y a destiempo.

Salgo a buscar tu roce
en el silencio y en la calle,
ese roce
que me enciende la pasión,
que me despierta y me activa
que me llena de motivaciones
y de razones para vivir
para saborearte y disfrutarte.