El próximo domingo, 29 de diciembre, uniéndonos a todas las Diócesis del mundo católico, la Diócesis de Palencia se unirá al comienzo del Jubileo 2025, con un celebración -presidida por nuestro obispo D. Mikel- que comenzará a las 18:00h. en la Catedral de Palencia y servirá también para celebrar la Fiesta de la Sagrada Familia.
Nuestro obispo D. Mikel -en una reciente carta a los fieles palentinos- manifiesta su convencimiento de que “la Esperanza, en este año próximo, nos va a ayudar a cambiar el corazón, las actitudes y, nuestro estilo comunitario de seguir a Jesús, va a llegar a muchas personas que todavía no lo conocen”.
• MOMENTOS PREVIOS A LA CELEBRACIÓN
Previamente al inicio de la Eucaristía, desde la Capilla de San Bernabé -tras la lectura de un pasaje del Evangelio por uno de los diáconos, y la lectura de la Bula de convocatoria del Jubileo por parte de la Secretaria-Canciller de la Diócesis- se procesionara un Cristo gótico procedente del Museo Diocesano hasta la Catedral.
Este Cristo se situará en el presbiterio durante la celebración de la Eucaristía. Al finalizar, la imagen será procesionada, recorriendo las naves de la Catedral, hasta la Capilla del Sagrario de la Catedral, donde permanecerá durante todo el Año Jubilar.
• SUPRESIÓN DE LAS MISAS VESPERTINAS DEL DOMINGO
Nuestro obispo D. Mikel, mediante una carta, ha pedido se comunique al pueblo de Dios que las misas vespertinas del domingo 29 de diciembre en la capital palentina, se suprimirán para favorecer unirnos a la celebración de apertura en la S. I. Catedral.
La celebración será retransmitida por el canal de YouTube de la Diócesis de Palencia
APERTURA EN ROMA
El pasado 24 de diciembre, con el rito de Apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro por parte del Papa Francisco se abrió oficialmente el Jubileo 2025. Un Año Jubilar que lleva por lema “Peregrinos de la Esperanza” y que fue convocado, el pasado 9 de mayo, por el Papa con la bula “Spes non confundit”.
En esta carta el Papa Francisco expresa su deseo de que este Jubileo «pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, “puerta” de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como “nuestra esperanza” (1 Tm 1,1)».
Tras la apertura de la Puerta Santa en San Pedro el pasado 24 de diciembre… ayer, 26 de diciembre se abrió la Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia de Roma, para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía. Asimismo, en los próximos días también se abrirán las Puertas Santas de las Basílicas romanas: el 29 de diciembre la de la Basílica de San Juan de Letrán; la de Santa María la Mayor, el 1 de enero de 2025; y la de San Pablo Extramuros, el 5 de enero.
EL JUBILEO EN EL PUEBLO DE ISRAEL
Según la ley de Moisés, cada siete años se celebraba el “año sabático”, durante el cual se prescribía: el reposo de la tierra -lo que producía por sí sola era para los pobres-, el perdón de las deudas y la liberación de los esclavos.
Así, cada siete sabáticos, es decir, cada cincuenta años, se celebraba el año jubilar, llamado así porque se anunciaba por el sonido de un cuerno de carnero (Shofar o Yobel en hebreo, que dio origen al Jobelaios griego y al Jubileus latino); en definitiva, un año sabático que se celebraba con mayor solemnidad.
En estos años -el sabático y jubilar- se buscaba de un modo especial la armonía añorada del paraíso... pues “vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho” (Gén 1, 31a. 2,2).
EL JUBILEO DE LOS CRISTIANOS
Estando Jesús en la sinagoga de Nazaret (Cf. Lc 4, 16-30) hizo suya la profecía de Isaías que dice: “El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para curar los corazones desgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad; para proclamar un año de gracia del Señor”.
De este modo, el Jubileo es una característica de la misión de Jesús. Él ha venido para instaurar “el año de gracia” y el “tiempo de la salvación”. Celebrar el Jubileo, por tanto, es actualizar de forma especial esa misión. Por eso, cuando la Iglesia ha instaurado los años santos o jubileos, lo que intenta es poner en práctica la misión que define a Jesús: “Anunciar un año de gracia”.
El primer jubileo fue convocado por Bonifacio VIII en el 1300. Al principio, se celebraban cada 100 años; luego, cada 50 (recuperando el sentido bíblico); después, cada 33 (en recuerdo de la edad de Jesús), y actualmente, cada 25 años.
LA ESPERANZA NO DEFRAUDA
Con la celebración del Jubileo 2025, Dios nos pone en el camino un momento fuerte, y nos regala todo un año para sanar nuestras heridas y pecados contra la esperanza. En palabras del Papa Francisco «la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús. Me agrada pensar que fue justamente un itinerario de gracia, animado por la espiritualidad popular, el que precedió la convocación del primer Jubileo en el año 1300».
«Al mismo tiempo -como afirma el Papa en la bula “Spes non confundit”- este Año Santo orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los cristianos: en el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús. Nos encontramos así frente a un itinerario marcado por grandes etapas, en las que la gracia de Dios precede y acompaña al pueblo que camina entusiasta en la fe, diligente en la caridad y perseverante en la esperanza (cf. 1 Ts 1,3)».