Diálogo entre generaciones, educación y trabajo

Diálogo entre generaciones, educación y trabajo

Muchas veces el camino de la paz parece un camino invisible, un sueño irreal en un mundo lleno de “autopistas” hacia el éxito, el prestigio social y las riquezas, mientras hay tantas personas pobres viviendo de modo infrahumano en la periferia, social y estructuralmente excluidas, y con nuestra Madre Tierra contaminada y gravemente dañada por no decir mortalmente herida.

En el Mensaje del Santo Padre para la Celebración de la 55 Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de 2022) el Papa Francisco continua exhortando a caminar hacia la paz, insistiendo en la gran importancia de no cerrar nunca las puertas , sino optar siempre por el diálogo entre generaciones , educación y trabajo, instrumentos imprescindibles para una paz duradera.

Hay dos imágenes importantes que el Papa utiliza en este documento que nos sirven como una gran pedagogía y una gran ayuda para la reflexión.

- El papa nos recuerda a “los mensajeros de la paz” del profeta Isaías ( un profeta siempre actual) y a una observación acertada del Papa San Pablo VI sobre la paz, entrelazando la esperanza del pueblo de Dios de renacer de las ruinas y que la paz hoy en día tiene un nuevo nombre: el desarrollo integral.

- El reconocimiento de la labor de las personas comprometidas en la construcción de la paz debe ser un trabajo compartido entre la “arquitectura”, tarea de las diversas instituciones de la sociedad, y la “artesanía” con cuyo término el Papa se refiere a nosotros, hombres y mujeres dentro y fuera de la comunidad cristiana que debemos implicarnos más, dentro de lo posible, en las tareas de la paz y de la justicia.

Si no reservamos tiempo, energía y presupuesto suficiente en educación , si seguimos pensando que es un gasto en vez de una inversión en las personas jóvenes y en un mejor futuro para todos, si no hay diálogo , escucha y comprensión mutua entre las generaciones y si no hay voluntad política y económica para fomentar el trabajo decente para tantas personas que no lo tienen y si seguimos enfocando la economía meramente desde el beneficio como único principio rector , pues entonces no habrá ni paz ni justicia en este mundo sino creciente crispación social, agitación, condenas mutuas, conflictos sociales y bélicos además de una falta ya crónica de confianza , base necesaria no obstante para una auténtica apertura hacia los demás y hacía la paz. Pongámonos en la senda que nos marca este mensaje del Papa y que seamos constructores de la paz.