Hasta hace no mucho tiempo, la relación entre el médico y el enfermo era paternalista. Esto es, que el paciente tenía que comportarse como un niño y obedecer al médico. Si así lo hacía era un buen enfermo. Actualmente, esta forma de entender esta relación ha cambiado radicalmente; en estos tiempos el enfermo se ha convertido en una persona autónoma, capaz de tomar decisiones por su cuenta.
Desde el punto de vista legal la ley de autonomía del paciente dice que la información será verdadera, comprensible y adecuada a las necesidades y le ayudará a tomar decisiones de acuerdo con su propia y libre voluntad. El titular del derecho a la información es el paciente en la medida que lo permita de manera expresa o tácita. Este derecho a la i